El 24 de septiembre de 2002, Justine Pasek hizo historia al convertirse en la primera panameña en asumir el título de Miss Universo, por ende, también en la primera en Centroamérica, luego de que la ganadora original de esa edición, Oxana Fedovora, fuera destituida por no completar sus obligaciones estipuladas por la organización.
Decía el mensaje de la organización Miss Universo, en la que además destaca la elegancia y el talento que la llevaron a brillar en el escenario del certamen de belleza más importante de mundo.