Seis meses después de que fueran encontrados los cuerpos de los cinco jóvenes de nacionalidad chino-panameña, los moradores de la Barriada de El Campesino, en La Chorrera, aún recuerdan aquel día en que los cinco cuerpos fueron encontrados enterrados en la casa que hoy día está abandonada y produce temor y malos recuerdos a toda la comunidad.
Moradores piden a las autoridades que prefieren que la casa sea demolida ya que dudan que, con lo sucedido allí, alguien quiera habitar en esta residencia. Denuncian que la estructura les da mala imagen.
En la casa aún se ven los tres huecos que fueron excavados por Alcibiades Méndez, alias “José celular”, asesino confeso de este hecho, y algunas pertenencias de las víctimas. Ruidos, llantos de auxilios y hasta sombras, según moradores, son vistos y escuchados a diario en horas de la noche. También han sido visto personas buscando al parecer un supuesto dinero escondido.
La comunidad chorrerana pide justicia y hace un llamado a que las autoridades continúen las investigaciones para que la muerte de Yessenia Lou Kam, Young Wu Ken, Sammy Zenq Chen, Yoel Liu Wung y Georgina Lee Chen no quede impune.