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Panamá: Pocos acuerdos durante Comisión Ballenera Internacional

Panamá (EFE). La Comisión Ballenera Internacional (CBI) concluyó en Panamá su 64 reunión anual, en la que aprobó cuotas para la caza aborigen en los próximos seis años y rechazó la creación de un santuario en el Atlántico Sur.

En sus cinco días de deliberaciones plenarias, los países de la CBI tampoco respaldaron otras propuestas presentadas por Dinamarca, Japón y Mónaco, lo que reflejó una vez más las marcadas diferencias que hay entre los que impulsan una política conservacionista de los cetáceos y quienes promueven su caza para uso comercial.

La CBI aprobó renovar las cuotas de la caza de ballenas con fines de subsistencia aborigen para EE.UU., Rusia y para San Vicente y las Granadinas, después de una ardua discusión en la que el bloque liderado por Latinoamérica objetó la inclusión del archipiélago caribeño, por considerar que hasta ahora no ha cumplido con los requerimientos exigidos por la organización.

La iniciativa, que abarca el periodo 2013-2018, fue respaldada por 48 de los países que participaron en la votación, la oposición de otros diez, dos abstenciones y una ausencia.

Sobre el particular, Marcela Vargas, representante de la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA, por sus siglas en inglés), dijo a través de un comunicado que la cuota de San Vicente y las Granadinas generó serias dudas por la falta de información y por las repetidas violaciones cometidas debido a la captura de madres con cría.

Una resolución casi similar hecha por Groenlandia fue rechazada por la mayoría del pleno del CBI, que consideró que nunca pudo justificarse el aumento de la cuota de caza aborigen hecha por Dinamarca, país al que pertenece la isla.

Con 34 votos en contra, 25 a favor y tres abstenciones, el pleno de la CBI denegó la propuesta de subir hasta 1.300 ballenas la cuota de caza aborigen de Groenlandia para los próximos seis años.

Para Vanessa Tossemberger, de la Fundación Whale and Dolphin Conservation Society (WDCS), la decisión fue una muestra de que no hubo una buena explicación por parte de Dinamarca sobre si realmente la petición era por caza aborigen o no.

"El no haber sido otorgadas nos reflejan que no estuvieron bien sustentadas, si no esas cuotas hubieran sido otorgadas. Por suerte su cuota ha sido cero", señaló Tossemberger a Efe.

Tal vez la discusión que más polémica causó y que al final fue rechazada fue la propuesta por parte de América Latina de crear un santuario ballenero en el Atlántico Sur, que ya había sido planteada anteriormente pero sin llegar siquiera a ser votada.

La propuesta latinoamericana, encabezada por el llamado Grupo de Buenos Aires, recibió el respaldo 38 de los 61 países presentes en la reunión, es decir, el 65 %, pero los estatutos de la CBI establecen que las resoluciones deben aprobarse por tres cuartas partes de los países presentes en el pleno.

Tossemberger señaló que si bien la decisión puede ser considerada un revés, la propuesta fue llevada a votación después de once años de proponerla en el pleno, y eso ya en un aspecto significativo.

"Aumentaron los votos positivos (que permitieron llevarla al pleno), lo que nos da aliento para seguir trabajando", matizó.

Vargas, de WSPA, fue mucho más contundente en sus apreciaciones, al concluir que al llevar el tema a la mesa de votación, la CBI ganó en "transparencia y democracia".

"Esta iniciativa es una realidad cada vez más cercana, lo que evidenció que hay que trabajar más con los países que dudaron en darnos su apoyo, como es el caso de los países caribeños", sentenció la conservacionista en su nota.

Finalmente, la propuesta de Japón de que se le permitiera la caza de ballenas a pequeña escala a varias de sus comunidades costeras y la de Mónaco de llevar el caso de la conservación de las ballenas a las Naciones Unidas, para que sea ese organismo el que regule esta cuestión, fueron retiradas por no contar con respaldo suficiente.

El retiro de la propuesta japonesa fue acompañada por una advertencia de los representantes de Tokio a la CBI en el sentido de que en la próxima reunión tendrá que tomar en cuenta el clamor de las pequeñas comunidades pesqueras o de lo contrario este país podría resolver separarse de la organización.

Mónaco, por su parte, determinó crear un grupo de trabajo fuera de la CBI con la intención de construir sinergias con la ONU para tratar cuestiones relacionadas con el mar.

La próxima reunión de la CBI se realizará en 2014 en un país aún por definir, ya que el organismo decidió en Panamá cambiar a un régimen bianual sus encuentros para "mejorar la eficiencia", anunció en rueda de prensa su presidente, el suizo Bruno Mainini.

El Comité Científico de la CBI, conformado por hasta 200 especialistas, seguirá con las reuniones anuales y la próxima será entre mayo y junio de 2013 en Corea del Sur, dijo por su parte el secretario general de la CBI, el británico Simon Brockington.

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