Con la caza de una hembra y su cría, reportada el pasado viernes, la cifra de jaguares víctimas de la caza ilegal aumenta a diez en el 2019, según Ricardo Moreno, presidente de la Fundación Yaguará Panamá.
Moreno informó que desde el año 1989 hasta el día de hoy, han sido cazados 347 jaguares a nivel nacional, con una alta incidencia en áreas comarcales, por lo que instó a la población a denunciar este tipo de hechos.
El abogado ambiental, Harley Mitchell, coincide en que la caza de estos felinos es “un práctica frecuente en sectores comarcales”, especialmente en Darién y Bocas de Toro.
Detalló que la protección de estos animales debe hacerse en todas las áreas que se componen de bosques y "no solo en las áreas protegidas", basado en el Artículo 10 de la Ley 1 de 1994 , el cual establece que “El Patrimonio Forestal del Estado está constituido por todos los bosques naturales”.
Entre las acciones para evitar la caza ilegal, la Fundación Yaguará, en conjunto con el Ministerio de Ambiente (MiAMbiente) y la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), realizan programas para apoyar a las personal que están en el campo, creando planes de manejo de fincas y estudios sobre los jaguares.
El Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) informó el viernes, que inició una investigación por la cacería de un ejemplar de jaguar en la provincia de Darién.
La entidad entregó al Ministerio Público los nombres de tres presuntos implicados en este hecho. Esta conducta está tipificada como delito ecológico por el Código Penal con pena de 2 a 4 años de prisión.
Se trata de una Panthera Onca, que de acuerdo con la ficha técnica de la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá (CICH), es el felino más grande de América y el tercero del mundo, después del tigre y el león.
La declinación de la población del jaguar se debe a acciones del ser humano como lo son la cacería, comercio y tráfico de sus pieles, así como la destrucción y modificación de sus hábitats naturales.
Con la colaboración de Ricaurte Barrios, periodista de RPC Radio.
FUENTE: Angely Marín