A 10 años de prisión fueron condenados el colombiano David Murcia y el panameño Ernesto Chong Coronado por el caso de pirámides ilegales de captación de dinero, que surgió en el 2008.
La condena de ambos responde al delito de captación de manera masiva y habitual de recursos económicos del público sin autorización competente.
De acuerdo con el juez Fernando Basurto, “esta actividad, sea pirámide o no, en nuestro país constituye una conducta reprochable, al no estar autorizado para recolectar dinero al público, por lo tanto, el sancionado, en calidad de autor, debió prever que su actuar era contrario a derecho, ya que para operar constituyó una serie de sociedades anónimas con licencia comercial o no, bajo su control, con la finalidad de recibir, depositar, diseminar, distribuir y administrar los dineros logrados sin regulación y supervisión, como una simple actividad comercial".
Murcia, quien captó ilegalmente unos 2,140 millones de dólares a nivel internacional, cumplió ya una condena de 9 años de cárcel en Estados Unidos, y cumple una pena de 22 años en Colombia por este mismo caso.
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En medio de la estafa piramidal, Murcia fue acusado de mover varios millones de dólares de narcotraficantes a través de más de 18 cuentas bancarias y de adquirir nueve propiedades en Miami y en California para ocultar ganancias ilícitas.
Además, en Panamá se le acusó de aportar dinero a la campaña de varios candidatos políticos en Panamá; y se denunció la presunta vinculación de Murcia con el partido Cambio Democrático (CD).