El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) informó este viernes que el Ministerio de Ambiente de Panamá aprobó recientemente el nuevo Plan de Manejo final para el área protegida de la Cordillera de Coiba, esto según la Resolución DM-No. 0089-2022 del 3 de marzo del 2022.
“La ampliación del área marina protegida de la Cordillera de Coiba mejora la conectividad del Corredor Marino del Pacìfico Este Tropical, fortaleciendo la conservación y el uso sostenible de las aguas protegidas entre Isla de Coco en Costa Rica, Galápagos en Ecuador, Malpelo y Gorgona en Colombia y Coiba en Panamá”, indicó el Instituto Smithsonian.
Detalla que el nuevo Plan de Manejo prohíbe completamente la pesca en dos terceras partes del área protegida, y en el tercio restante permite únicamente la pesca sostenible, como por ejemplo la pesca conocida como caña y línea (pole and line), que deberá regularse apropiadamente. Eso reducirá la pesca incidental de especies migratorias, la cual pone en peligro la salud de los océanos.
De igual forma, propone una zonificación de usos novedosa y dinámica que debe reevaluarse cada dos años en adaptación al cambio climático y manejo pesquero, así como una gestión del plan de manejo basada en un comité de gobernanza balanceado, conformado por representantes de los distintos grupos locales e internacionales interesados.
El comité en mención velará por la aprobación de las investigaciones científicas en la zona, establecerá las políticas de conservación y uso sostenible del área protegida y gestionará ayuda para el cumplimiento de sus objetivos y el mejoramiento de sus condiciones.
El biólogo Héctor Guzmán manifestó que “meses de arduo trabajo con nuestro equipo consultor y más de 20 consultas ciudadanas nos permitieron diseñar y justificar la extensión y el Plan de Manejo del área protegida Cordillera de Coiba… gracias a los fondos de la Fundación Wyss y STRI y al apoyo de la Fundación MissionBlue, la Red Migramar y las autoridades locales por hacer posible esta labor”.
Por su parte, para el director de STRI, Joshua Tewksbury, es motivo de orgullo que el Instituto haya sido parte del equipo interinstitucional multidisciplinario que desarrolló con tanta dedicación la justificación para la expansión y el plan de manejo para el área protegida ampliada de la Cordillera de Coiba y espera continuar realizando colaboraciones basadas en la ciencia que permitan al país alcanzar otros hitos en pro de la sostenibilidad.
Cabe mencionar que el área protegida ampliada de la Cordillera de Coiba, ubicada a 100 km al sur del Parque Nacional Coiba, es la única en que cuenta con varias cadenas montañosas submarinas llenas de mucha biodiversidad por descubrir.
Asimismo consiste en un ecosistema que resguarda catorce especies de mamíferos marinos que la usan como zona de migración y alimentación, como la ballena azul, el cachalote y el rorcual del norte, además de tortugas marinas, peces picudos, tiburones y otras especies, en su mayoría vulnerables o en peligro de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.