El Ministerio de Ambiente de Panamá (MiAmbiente) dio a conocer este sábado algunos de los efectos en el Parque Nacional Darién (PND) que está causando el paso de los migrantes que por allí transitan con el objetivo de llegar a los Estados Unidos.
Entre los efectos detalla que el mayor impacto en la biodiversidad se refleja en la contaminación, ya que muchos de los migrantes dejan parte de su equipaje, ropa, artículos personales que posteriormente se convierten en basura. “Todo esto son daños sanitarios, que afectan la integridad ecológica del Parque Nacional Darién”.
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En cuanto a la tala o corte, el director nacional de Forestal de MiAmbiente, Víctor Cadavid, indica que el sotobosque, que está conformado por la parte herbácea o vegetal que es menor a 5 metros, o sea que en la parte visual, no se va a ver un tema de deforestación si se observa desde una imagen satelital.
El jefe del Parque Nacional Darién, Favio Gómez, explicó que en los patrullajes se han evidenciado tiendas en varios puntos del parque y que el tema de la caza se suma a la situación de contaminación.
“El principal problema a raíz de la migración es la contaminación; sin embargo, también está la caza, ya que muchos se ven obligados a extraer animales del medio natural como método de subsistencia por tantos días dentro del bosque”, manifestó
Por otro lado, el impacto del flujo migratorio en la Comarca Guna Yala ha generado que varias comunidades soliciten apoyo de las autoridades, dado que el aumento de migrantes ha generado una serie de problemas sanitarios en varias islas, entre las que mencionan que se ha registrado un incremento de desechos en los cuerpos de agua, así como en tierra firme.
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MiAmbiente indica que técnicos de la dirección de Verificación del Desempeño Ambiental organizan giras a la Comarca Guna Yala para realizar un muestreo de calidad de agua en las fuentes hídricas; y que por ser zonas que no cuentan con sistemas de tratamientos de agua, es importante intervenir a tiempo para evitar que la contaminación continúe y se afecte al océano y a la fauna marina.
La entidad agrega que con el objetivo de abordar este tema se han realizado reuniones con el director regional de MiAmbiente, Griselio Hayans; la subdirectora de Migración, María Isabel Saravia; el subdirector de Servicio Nacional de Fronteras, Luis Trejos, autoridades de Defensoría del Pueblo, Ministerio de Salud, Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), entre otros.
El Parque Nacional Darién es el área protegida más grande de Panamá y Centroamérica, también es un sitio declarado como Patrimonio Mundial por la Unesco en 1981 por contar con elementos de belleza sobresalientes y por reconocimiento a su importancia global; además, en 1983 fue mundialmente reconocido como Reserva de la Biosfera por el Programa Hombre y Biodiversidad de la Unesco.
Actualmente mantiene 579,000 hectáreas, marcado principalmente por un ecosistema bosque siempre verde ombrófilo tropical latifoliado de tierras bajas.
En esta área se encuentra el 63% de la fauna conocida para Panamá, cuenta con 174 especies de mamíferos identificadas, donde sobresalen especies de importancia científica y en peligro de extinción, tales como el jaguar o tigre, el macho de monte, el puerco de monte, el puma, el mono araña, el mono tití, el cabro de monte, y el oso caballo.
También se han identificado 84 especies de anfibios y 135 especies de reptiles.
Las autoridades panameñas informaron el viernes que se observaba una disminución en el ingreso de migrantes irregulares a Panamá, contabilizando la llegada de un total de 477 personas el día jueves 27 de octubre.
En los últimos días cientos de migrantes venezolanos han quedado varados en Panamá y solicitan vuelos humanitarios para regresar a su país, luego de la nueva política migratoria adoptada por Estados Unidos mediante la que expulsará a aquellos migrantes venezolanos que entren ilegalmente por la frontera con México, como parte de un acuerdo con este país latinoamericano.
Frente a esta crisis migratoria las autoridades panameñas se mantienen apoyando a los migrantes irregulares, mediante una labor conjunta de los estamentos de seguridad y de organizaciones internacionales como la Cruz Roja, Unicef, Acnur, entre otras.
La Misión de Venezuela en Panamá está ayudando a coordinar vuelos humanitarios, cuyos costos deben ser cubiertos por los propios migrantes, muchos de los cuales no cuentan con los 280 dólares que cuesta el pasaje por persona.