Un reporte emitido por el Ministerio de Salud (Minsa) de Panamá señala que en el país 22,283 personas viven actualmente con VIH, de los cuales 15,580 son hombres y 6,703 son mujeres.
De acuerdo con los datos epidemiológicos del Minsa, en 2021 se registraron 1,804 nuevas personas con VIH, la mayoría entre las edades de 15 a 49 años.
Carlos Chávez, jefe del programa de VIH del Minsa, dijo que en el país existen 17 clínicas de tratamiento con un equipo con un equipo interdisciplinario que apoyan al paciente como médicos, enfermeras, psicólogos, además de técnicos y medicamentos para darle un tratamiento apropiado.
Estas clínicas del Minsa se ubican en: Bocas del Toro; Chiriquí, en San Félix y Pueblo Nuevo; comarca Ngäbe Buglé; el Hospital Chicho Fábrega de Veraguas; el Hospital Cecilio Castillero en Herrera; el Hospital Anita Moreno de Los Santos; Hospital Aquilino Tejeira de Coclé; Hospital Nicolás Solano en Panamá Oeste; centro de Salud de Altos de San Francisco en Panamá Oeste; el Hospital Santo Tomás en Panamá; el Hospital del Niño en Panamá; en los centros de Salud de Torrijos Carter en San Miguelito, materno-infantil de Santa Fe en Darién y Pacora y en la región de Salud de Colón; el Hospital Marvel.
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En la provincia de Panamá existen 7 clínicas amigables donde se atiende jóvenes y se les orienta sobre el tema de VIH/SIDA, también se les ofrece orientación, asesoría en prevención y educación sexual, realizan pruebas gratuitas de detección del VIH, y también en PrEP que es el uso de Tratamiento Antirretroviral por personas que son VIH negativo.
Chávez recomendó la realización de un examen una vez al año a aquellos que tengan una vida sexual activa, y a la población joven utilizar preservativos y acudir a las clínicas.
El Minsa indicó que las prioridades nacionales en la respuesta al SIDA están orientadas en la mejora de los paquetes de prevención combinada de la población y aumentar el número de personas que conocen su diagnóstico, así como, en ofrecer una atención integral a las personas que viven con VIH que les permita una buena calidad de vida.
Pero, la entidad señaló que los obstáculos para llevar a cabo esta respuesta se basan en el estigma y discriminación percibido y existente a pesar del marco legal que apoya la vida plena de las personas independiente de su orientación, identidad y condición de vida.