Con el acto de la primera cosecha del primer criadero de pepinos de mar de la empresa PanaSea, Panamá se convierte en el primer país de América en cosechar esta especie.
La cosecha de pepinos de mar también permite la regeneración de las poblaciones locales de la especie con todos sus innumerables beneficios ambientales.
De acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, la ganadería marina permite el cultivo de pepinos de mar como un producto alimenticio valioso y, al mismo tiempo, mejora el hábitat marino al limpiar el fondo marino de los detritos orgánicos excedentes.
Igualmente, previene y consume las floraciones de algas no saludables, distribuye amoníaco para fertilizar otras especies marinas y el calcio esencial para los corales, y combate los efectos acidificantes del cambio climático.
Tras iniciarse la cosecha, desde la provincia de Colón se exportarán pepinos de mar.
En estas granjas de mar se emplean áreas oceánicas costeras para convertir pepinos de mar juveniles, producidos en laboratorio, en adultos, en una operación de triple resultado: ambiental, social y económico.
Para Flor Torrijos, de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá, se trata de un momento histórico para Panamá.
Los pepinos de mar son las “lombrices de tierra del mar”, que reciclan los nutrientes explorando cuidadosamente la arena, descomponiendo la materia orgánica en busca de bacterias, por lo que son esenciales para la conservación del suelo marino y el medio ambiente.