De cara al Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la Directora de Casa Esperanza, Angélica Lavítola, detalló la situación actual en Panamá.
“Panamá pudo haberse pronunciado como el país de la región que erradicó esta práctica, en vista de que se considera erradicada cuando menos del 5% de la población resulta afectada, pero la preocupación que se tiene es que por la pandemia el número se puede quintuplicar, dado que los niños no están yendo a las escuelas”, explicó Lavítola.
Sin embargo, la pandemia no solo generó una crisis sanitaria sino también una económica, y el mundo postpandemia cambió. “Antes de la pandemia, el trabajo infantil se centraba en el sector agrícola. Al haber restricción de movimiento y cuarentenas, fue difícil identificar niños en trabajo infantil por la limitación de movilidad, los desastres naturales como Eta e Iota en los campos, pero identificamos en el sector urbano niños y adolescentes hasta altas horas de la noche, en venta ambulante”, precisó.
Explicó que en Panamá, al inicio eran niños de entre 10 y 14 años de edad las víctimas, “ahora vemos niños hasta de 5 años en la calle, y la figura del niño acompañante, que son menores de 3 años que están con sus papás en la calle, durmiendo en la calle”.
“Esto tiene que ver también con que los programas como los CAIPIS, Techos de Esperanza, y demás, no están abiertos”, añadió.
Entre las predicciones indicó que habrá un aumento del trabajo doméstico y venta ambulante. Además, se teme que aumente la explotación sexual comercial en línea de menores, que son generalmente captados a través de las redes sociales.
Según Lavítola, muchos padres actúan de la manera en que actuaron con ellos, otros son hogares monoparentales y muchos no tienen dónde dejarlos cuando salen a buscar el sustento.
“La crisis económica nos está llevando a situaciones extremas. Conocemos de niños que solo se alimentan con agua con azúcar porque sus papás no pueden darles de comer. Hay padres que ameritan sanciones, pero hay casos en los que el padre no merece ser alejado del niño, e incluso en ocasiones puedes ser un daño mucho mayor”, indicó.
Adicional explicó que no es trabajo infantil las actividades que implican ayudar a los padres a completar las tareas diarias de la familia, a las que los niños pueden dedicar unas pocas horas a la semana ya que no perjudican su bienestar.
“El trabajo infantil es utilizar a un niño para que genere ingresos”, privarlo su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
Características del Trabajador Infantil según la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf):
- Es física, mental, social o moralmente dañino para el niño, niña o adolescente.
- Obstaculiza su educación ya que impide que asista a la escuela o colegio con regularidad.
- Le obliga a combinar la asistencia a clases y las labores escolares con largas. Jornadas de trabajo, y provoca el abandono temprano o el retraso en sus estudios.
- Le impide jugar, relacionarse con otras personas de su edad y realizar actividades necesarias para su desarrollo integral y el disfrute pleno de sus derechos.
- Le expone a accidentes y lesiones.
Para denuncias contra esta práctica, la Senniaf habilitó la línea 504-4062, así como el Centro de Atención Ciudadana 311.
A partir de este sábado 12 hasta el 19 junio se realizará una marcha virtual. Piden enviar a Casa Esperanza videos, fotos sobre porque es negativo el trabajo infantil.