Mesa América (TVEFE). Una intervención, pionera a nivel mundial, consiguió trasplantar en la muñeca tres apéndices reconstruyéndola de manera anatómica y devolviéndole su utilidad.
La cirugía realizada en Cantabria por el médico Francisco del Piñal, requirió dos intervenciones, la misma semana, para recuperar la mano izquierda que el paciente perdió en un accidente laboral cuando una máquina de 80 toneladas se la cercenó.
Del Piñal realizó una reconstrucción no anatómica para "crear" una mano y darle una función que no tenía. Para ello le trasplantó tres dedos de los propios pies del paciente, en una operación pionera en el mundo, formando un trípode con el que el hombre podrá valerse en el futuro.
"El pulgar corresponde al segundo dedo del pie y en la segunda intervención que hemos hecho hace algunos días cogimos el segundo y tercer dedo del otro pie para proporcionarle la parte de los dedos", explicó Piñal.
Durante la primera intervención, que duró doce horas, se partió de un muñón cosido a la altura de la muñeca en la que tras el accidente sólo quedaron los huesos escafoides y radio.
Al paciente se le implantó al muñón el segundo metatarsiano completo, extraído de su propio pie, para darle longitud quedando anclado en el radio mediante dos pernos y que hará la función de dedo gordo.
En la segunda operación se le transfirieron el segundo y el tercer dedo del otro pie que quedaron anclados al hueso escafoides que tiene función rotora.
El resultado es la obtención de un trípode formado por los tres dedos del pie, insertos en el muñón, con los que el paciente conseguirá hacer pinza.
"Creo que esto le da la posibilidad a los pacientes que tienen este tipo de lesiones de hacer otra vez pinza y de tener una buena función. La otra alternativa es el trasplante de mano, pero este tiene sus inconvenientes y está indicado cuando se tiene una amputación bilateral".
La mayor dificultad que se ha presentado es la unión de las arterias, venas y tendones, para que funcionen una vez implantadas.
Lo novedoso de esta operación es que además de implantar el principal dedo del pie, han opuesto otros dos dedos enfrente ligados al escafoide para que puedan hacer pinza y tenga un aspecto de mano consiguiendo una mejor estética y sobretodo que sea útil para el paciente.
Tras la cirugía el paciente se recupera satisfactoriamente de ambas intervenciones que resultaron exitosas y que le entregan una nueva perspectiva de vida.