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Las aplicaciones de citas y encuentros, ¿una nueva forma de feminismo?

Las aplicaciones de telefonía móvil para buscar citas, como Tinder o Happn, han revolucionado los esquemas clásicos de las relaciones amorosas e incluso han modificado la imagen de la sexualidad de las mujeres.

Para Emilie, ahora que "ser soltera a los 30 años ha dejado de considerarse como una anomalía dramática", las aplicaciones para los celulares "se han convertido en una etapa obligatoria para muchos solteros".

"Las aplicaciones me han ayudado mucho a desdramatizar las relaciones sexuales", sonríe esta joven francesa, inscrita en Happn, Tinder y AdopteUnMec (adopta a un hombre).

"Es la democracia del 'date'" (cita), explica Julie, una arquitecta parisina treintañera que, gracias a las nuevas tecnologías dice que "perdió el complejo de buscarse a un hombre" en 2013, cuando se quedó sola con una hija de 18 meses.

Además, existe la posibilidad de estar "disponible todo el tiempo", según Julie. Se liga en el trabajo, en los transportes o por la noche delante de la televisión, siempre con el teléfono a mano.

Cuatro años después de su lanzamiento, Tinder, que reivindica 110 millones de descargas en el mundo pero no revela el número de usuarios por país, ha democratizado el "match" (conseguir una cita entre dos perfiles).

Para utilizar estas aplicaciones, ya no es necesario rellenar formularios interminables y muchas de ellas, gratuitas, se respaldan en Facebook. Además las fotos se van sucediendo y existe la famosa técnica "swipe" (deslizar el dedo por la pantalla para aceptar o rechazar un perfil).

"Todo está hecho para normalizar el mariposeo y favorecer un comportamiento consumista: usar a la gente como un pañuelo de papel. Puede ser violento", advierte por su parte Stéphane Rose, autor de "misère-sexuelle.com, le livre noir des sites de rencontres" (miseria-sexual.com, el libro negro de los sitios de citas).

Aunque estas nuevas tecnologías suelen ser criticadas por dar paso a "citas de una noche", sus usuarios no buscan forzosamente un encuentro breve: "No soy mucho del 'one-night stand'" (cita de una noche), pero como en la vida real, se necesita un golpe de suerte para enamorarse", afirma Julie.

Por parte de las aplicaciones, niegan alentar el libertinaje. "Tampoco se trata de 'nos vemos en casa y te abro la puerta en ropa interior'", asegura Claire Certain, que trabaja en el servicio de comunicación de Happn, "la gente toma primero un café". Happn "tampoco promete sexo", insiste.

Además de la hiperdisponibilidad, las aplicaciones ofrecen una gran discreción. "Estos servicios permiten conocer a personas fuera del círculo social. Son citas que conllevan menos consecuencias, lejos de las miradas" de los otros, analiza Marie Bergström, socióloga que trabaja sobre la pareja, la sexualidad y las relaciones digitales.

Por otra parte, en la aplicación francesa AdopteUnMec (adopta a un hombre), que ha basado su comunicación en torno al hombre objeto, están "orgullosos de haber contribuido a que las mujeres sean libres para iniciar las relaciones que desean y puedan reivindicarlas sin miedo".

Una tendencia feminista reclama el derecho a la "multiplicación de citas" y "al sexo por el sexo", un movimiento que "ridiculiza a las otras mujeres que no quieren entrar en ese proceso", insiste el sociólogo Jean-Claude Kaufmann, autor de Sex@amour.

Las mujeres sin embargo se ven "incitadas a incluir su sexualidad en un marco afectivo", modera Marie Bergström, o si no pueden ser "consideradas como golfas".

FUENTE: AFP