La demanda turística de lusos y extranjeros en territorio portugués cayó un 50,4 % en 2020 debido a la pandemia, lo que le costó al sector 16.500 millones de euros.
Las cifras son una muestra del brutal impacto de la pandemia sobre esa actividad económica, que fue uno de los motores de Portugal en la recuperación de la crisis anterior, así como de la dependencia de los visitantes internacionales.
Este tipo de turismo fue el que provocó un mayor impacto en el desajuste en las cuentas portuguesas, debido principalmente a las restricciones a los viajes y al cierre de fronteras con España.
Según el INE, en el año de la pandemia hubo una "reducción sin precedentes" en las exportaciones turísticas, que disminuyeron un 50 % con respecto a 2019.
En los primeros meses de 2021, Portugal siguió sufirendo una fuerte caída de su actividad turística.
Según datos del INE, en marzo el sector del alojamiento turístico registró 283.700 huéspedes y 636.100 pernoctaciones, lo que supone una caída del 59 y el 66,5 % respectivamente, respecto al mismo mes del año anterior.
Los ingresos en los primeros tres meses se situaron en 77,6 millones de euros, un 83 % menos que el mismo periodo de 2020.
La secretaria de Estado de Turismo, Rita Marques, anunció a finales de abril, ante la dramática situación, un plan "ambicioso" para reactivar el turismo del país.
FUENTE: EFE