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"El príncipe", la complejidad en el cine que busca Alfredo Castro

"El príncipe", ópera prima de Sebastián Muñoz, es una historia carcelaria, violenta, sexual y de sentimientos, con personajes complejos y llenos de humanidad, y es eso precisamente lo que busca Alfredo Castro para seguir creciendo como actor.

Presentada en la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián, es el ejemplo de película que Castro prefiere, un cine con "un espesor analítico importante", como señala el actor chileno en una entrevista con Efe.

"Ahora mismo cualquier persona puede hacer cine, puede actuar y puede hacerlo bien, por eso mi interés va más allá, cuanto más complejo más me gusta", señala el protagonista de películas como "El club", "Los perros" o "Desde allá".

Un cine que se crea a partir de la complejidad de la sociedad y que quiere contribuir a hacer entender algo. Y con que de cada 1.000 espectadores, cinco lo entiendan, para él es suficiente.

Como es el caso de "El príncipe", donde la violencia, la sexualidad y el drama carcelario sirven para ver cómo los personajes que pueblan sus imágenes "se transforman en seres humanos", explicó el realizador.

Unos personajes que son hombres simples y desclasados, encarcelados por distintos motivos, que encuentran en sus pequeñas y mugrientas celdas un hogar temporal en el que refugiarse hasta que vuelvan a la vida real.

Son los años setenta y Potro (Castro) es el líder de un pequeño grupo de estos hombres. Toma bajo su protección a un joven recién llegado, al que pronto bautizan como 'el príncipe' (interpretado por Juan Carlos Maldonado) y que está encarcelado por matar a un amigo.

Esa protección incluye relaciones sexuales y favores mutuos, de una forma natural y muy explícita, más de lo habitual en el cine de un país como Chile, conservador y que es "bastante homófobo", resalta Muñoz.

Un país católico, en el que no paran de conocerse casos de curas pederastas, muchos de ellos homosexuales abusadores, por lo que Castro cree que "El príncipe" llega "en un muy buen momento para Chile".

Cuando se estrenó "El club" (2015), centrado en esos religiosos, los casos se estaban empezando a destapar, y ahora que ya se habla abiertamente de esos problemas, llega "El príncipe", que lanza una mirada "al derecho del ser humano a decidir a quién y cómo quiere amar".

Y aunque la película se desarrolla en los años setenta, para Castro está de plena actualidad y puede ayudar a los jóvenes "a encontrar su sexualidad".

La película muestra que el amor homosexual "está al mismo nivel de cualquier amor, no está asociado a la promiscuidad, sino al afecto y al cariño".

Una película que en principio no iba a interpretar Castro puesto que la novela en la que se basa contaba con dos protagonistas jóvenes, pero fue el actor el que le sugirió a Muñoz que Potro debía ser más mayor para entender una verdadera relación de amor y no de pura atracción sexual.

"Pensé entonces al tiro (en seguida) en Alfredo, en su mirada poética, la que necesitaba el personaje", precisó Muñoz, que también destacó que Castro, a través de su trabajo, ha contribuido a cambiar la teatralidad y la mirada social y política en Chile.

Un actor que participa en otra película presente en San Sebastián, "Algunas bestias", de Jorge Riquelme, incluida en la sección Nuevos Directores.

Y que en abril piensa instalarse en Madrid para explorar otros territorios interpretativos.

FUENTE: EFE