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La llama marcha triunfal por Buenos Aires

BUENOS AIRES (AP). Con una custodia propia de las cumbres presidenciales, la antorcha olímpica recorría el viernes en forma triunfal las calles de la capital argentina, bañada por papelitos arrojados desde balcones en señal de saludo.

Dejando detrás una estela de oro, al paso de la llama fue recibido en general con mucha euforia por millares de argentinos, en medio de algunas decenas de opositores al gobierno chino que abucheaban pero sin generar incidentes y en abrumadora minoría.

Para el público prevalecía el placer de ver la antorcha aunque no se pudiese tocar, en su recorrido terrestre e incluso acuático ya que pasó por un tramo fluvial en un sector en el Río de la Plata.

"Esto es hermoso, un espectáculo maravilloso", dijo el empleado bancario Marcelo Tejera, de 26 años. "Era mi descanso para almorzar, pero preferí ver este espectáculo".

Millares de banderas chinas y argentinas ondeaban al paso de la llama, que pasaba de mano en mano de los relevistas.

Ese símbolo de los Juegos Olímpicos estaba vigilado por unos 5.600 agentes de la seguridad argentinos, entre los cuales se encontraban oficiales chinos vestidos con buzos azules, que acompañaron a los portadores de la antorcha en Londres y París, donde caóticas protestas interrumpieron el relevo.

Japón dijo el viernes que no permitirá que agentes de seguridad de China acompañen a la antorcha olímpica cuando realice un recorrido por Nagano el 26 de abril.

Apenas un par de centenares de personas, la mayoría de la comunidad china, presenció la salida en un anfiteatro en la Costanera sur, a la vera del Río de la Plata y donde los porteños sólo van a disfrutar de la naturaleza.

Pero después, el panorama cambió y una muchedumbre acompañó la travesía.

Durante la ceremonia de arranque, el primer relevista tomó la antorcha de manos del alcalde de la ciudad Mauricio Macri, la elevó sobre la cabeza y empezó a correr, a la par de agentes de seguridad que no le perdían pisada.

La llama, que salió 15 minutos después de lo previsto y tras un espectáculo de tango, fue pasando de mano en mano desde que la tomó por primera vez Carlos Espínola, ganador en la vela olímpica de dos medallas de plata y una de bronce.

"Estoy muy contento de poder ver la antorcha, pero tengo muchas sensaciones porque estoy feliz pero también me fui muy mal de China y fui perseguido", dijo Chen Huicai, quien junto con dos hermanos se radicó en la Argentina hace cinco años.

"Igual, me gusta que los juegos se hagan en Pekín", agregó Chen.

La antorcha recorrió lugares emblemáticos de la ciudad, como el Obelisco, un tradicional sitio de demostraciones y manifestaciones, y la Casa de Gobierno.

Al pasar cerca de ese punto, un par de globos de plástico con algún líquido adentro pasaron cerca de la antorcha. Uno de esos globos fue atajado con las manos por un miembro de la seguridad china.

Poco antes un grupo de opositores al gobierno chino se paseó por las calles de Buenos Aires, como forma de protesta pacífica que antecedió a la salida de la antorcha olímpica.

Ataviados con túnicas rojas y blancas, unos 25 activistas marcharon con su propia "Antorcha de los derechos humanos" en la capital argentina, en lo que fue una contramanifestación en nombre del movimiento espiritual Falung Gong, que está prohibido en China.

"¡Detengan la persecución a Falung Gong!", gritaban algunos de los manifestantes, que enarbolaban pancartas.

"No queremos un enfrentamiento", dijo Luwei Fu, dirigente del movimiento, que afirma que centenares de miles de sus miembros han sido reprimidos en China.

En su recorrido intercambiaron insultos con unas 150 personas de la comunidad china que estaban apostados en las cercanías de la casa de gobierno para ver el paso de la llama olímpica.

Pero las cosas no pasaron a mayores, con esos ciudadanos que lucían camperas rojas y hacían flamear banderas de China y Argentina.

"Bienvenida a la antorcha olímpica", decía una gran bandera roja, escrita tanto en español como en chino.

Jinyonj Wu, de 50 años, un comerciante que vive hace 10 años en Argentina, dijo que "para nosotros es una gran felicidad que la antorcha llegue a Buenos Aires. Es una forma de ser parte de los juegos en nuestro país".

La antorcha llegó a Buenos Aires tras su accidentado paso por otras ciudades.

Símbolo de los Juegos Olímpicos, la antorcha aterrizó en el atardecer del jueves procedente de San Francisco, donde sufrió el acoso de activistas que protestan por las presuntas violaciones de los derechos humanos en China y la represión en el Tíbet, tal como ocurrió por su anterior paso por Londres y París.

Organizaciones de derechos humanos o que discrepan con la política china dijeron que tenían preparado un arsenal de protestas pacíficas, pero no violentas.

Pero ni siquiera esas protestas pacíficas fueron visibles.

Buenos Aires es la única ciudad de América Latina en recibir la antorcha, cuya próxima escala será Tanzania.

La gira se inició el 24 de marzo en Olimpia, Grecia, y desde el comienzo de la odisea de 140.000 kilómetros tendría que llegar a China el 4 de mayo, tras un recorrido de 21 paradas en seis continentes.

Los juegos en Beijing se realizarán entre el 8 y 24 de agosto.

FUENTE: Agencia AP

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