El mexicano Saúl "Canelo" Álvarez sufrió la noche del sábado una contundente derrota por decisión unánime ante el estadounidense Terence Crawford en Las Vegas y le entregó sus cuatro cinturones de campeón indiscutido del peso supermediano.
El invicto Crawford, antiguo monarca del peso superligero y welter, se convirtió en el primer boxeador de la historia en ser campeón indiscutido de tres divisiones distintas.
Tras una actuación muy floja del favorito Canelo, los jueces dieron el triunfo al local con dos tarjetas de 115-113 y otra de 116-112 sobre el ring del Allegiant Stadium.
"Una derrota no me define", afirmó el mexicano tratando de animar a sus seguidores y mostrándose dispuesto a una revancha.
"Me siento bien compartiendo el ring con grandes peleadores como él. Si lo hacemos otra vez, será genial", aseguró.
Canelo, de 35 años, poseía los cuatro cinturones del peso supermediano (168 libras - 76,2 kg) desde 2021 y los había defendido con éxito en seis ocasiones.
El mexicano, la gran máquina de facturar del boxeo actual, quedó con un expediente de 63 victorias (39 nocauts), dos empates y tres derrotas.
Sus anteriores tropiezos fueron en 2013 frente al invicto Floyd Mayweather Jr. y en 2022 ante el ruso Dmitry Bivol en una pelea en la que ascendió al mediopesado.
"Yo sigo sintiéndome un campeón pase lo que pase", sostuvo Canelo en la conferencia de prensa. "Sabíamos que Crawford es un gran boxeador (...) Lo intenté con todas mis fuerzas pero él se merece todo el mérito".
Crawford, vencedor de los 42 combates de su carrera, frustró al astro mexicano con una agilidad intacta pese al doble salto de división para esta pelea desde los 69,8 kilos del superwelter, del cual es campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
"Yo sabía de lo que soy capaz. No es una sorpresa para mí (...) Sólo necesitaba la oportunidad", recalcó.
Pelea multimillonaria
Crawford, en la recta final de su carrera a los 37 años, había arriesgado su inmaculado registro para enfrentar a Canelo, el gran rostro del boxeo de la última década.
Según reportes periodísticos, el púgil de Guadalajara tenía garantizado un cheque de al menos 100 millones de dólares por esta pelea, la segunda del lucrativo contrato que firmó a inicios de año con la promotora saudita Riyadh Season.
El evento, retransmitido por Netflix a nivel mundial y promovido por el influyente Dana White, patrón de la UFC (artes marciales mixtas) y cercano a Donald Trump, generó una expectación especial incluso para la capital mundial del boxeo.
Los grandes casinos y el T-Mobile Arena (20.000 asientos), se quedaron pequeños para albergar este acontecimiento, lo que llevó a convertir por primera vez el Allegiant Stadium, hogar de los Raiders de la NFL, en un monumental ring de boxeo.
Como siempre que pelea en su feudo de Las Vegas, Canelo tuvo el apoyo casi unánime del público.
Al cumplir 20 años como profesional, el púgil de Guadalajara sigue convocando más multitudes que ningún otro aunque esa capacidad de atracción pueda quedar ahora en duda.
Crawford pareció intentar congraciarse con el público al caminar hasta el ring al son de la Canción del Mariachi, mientras Canelo se presentó con el clásico México Lindo y Querido en medio de una atmósfera eléctrica en las gradas.
Rostros conocidos poblaban las primeras filas, incluidos los actores Charlie Sheen, Michael J. Fox y la colombiana Sofía Vergara, así como figuras del boxeo como Mike Tyson.
FUENTE: AFP