¡Ay Dios! El Hospital Santa Rosa está en el ojo del huracán otra vez, esta vez por el cirujano plástico Cardona, quien practicó una cirugía a la modelo reconocida Catalina, pero por la negligencia de él, la paciente falleció en el post-operatorio.
Helena estalla de enojo y se da cuenta que Obando no le interesa ningún proyecto que ella propone, llegando a la conclusión que el puesto que le dieron de gerencia de proyectos es una total mentira y decide renunciar.
Andrés le pide respeto a Victoria para su futuro hijo, Valentina y hasta para María Clara.
Cardona se vuelca en contra del Hospital Santa Rosa y declara en contra de Carlos Pérez.