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Una fisioterapeuta española rompe barreras en el fútbol chino

Erica Hernández puede presumir de ser la primera mujer en trabajar de fisioterapeuta en la élite del fútbol profesional chino, pero esta española está convencida de que no será la última y de que su ejemplo puede servir para abrir un nuevo camino.

Junto a su marido Jordi Escura, un exdefensa andorrano, Hernández trabaja en el servicio médico del Qingdao Huanghai, de la Super League china.

Las mujeres tienen a menudo las puertas cerradas en el fútbol profesional de China y por eso el ejemplo de Erica Hernández es tan significativo.

"Me gustaría pensar que pronto no se valorará si se es hombre o mujer para ocupar un cierto puesto", dice Hernández a la AFP desde Suzhou, donde la mitad de los dieciséis clubes de la liga china están en una 'burbuja' para disputar los partidos en plena pandemia del nuevo coronavirus.

"Me gustaría que se nos tratara únicamente como profesionales, sin tener en cuenta nuestro sexo", dice esta zaragozana de 40 años.

"Por mi experiencia, los jugadores quieren recuperarse pronto y bien, así que no les importa quién les está ayudando a conseguirlo", asegura.

Ella llegó a Qingdao hace cinco años, tras un paso por el fútbol de Tailandia. En este tiempo, dice, nunca se ha sentido víctima de discriminación sexual en el club de la costa noreste de China.

"Dicho esto, sé que hay algunas supersticiones y tradiciones que discriminan a las mujeres, como no poder ir en el mismo autocar que el equipo o no sentarse en el banquillo durante el partido", añadió.

Como inspiración para su labor en el fútbol nombra a Eva Carneiro, que trabajó hasta 2015 como doctora en el Chelsea inglés.

El caso de Eva Carneiro ocupó titulares por cómo terminó aquella aventura. La doctora recibió disculpas por parte del club por el trato recibido y llegó a un acuerdo con el exentrenador 'blue' José Mourinho por un caso de discriminación y abuso de autoridad que generó cierto revuelo.

Otra española, Lorena Torres, directora de rendimiento de los Philadelphia 76ers, es otra de las figuras a las que Erica Hernández admira por cómo consiguió forjarse una carrera en la NBA.

El lugar que Hernández ocupa en el fútbol chino ha quedado de manifiesto desde que la temporada de la Super League, retrasada por la pandemia, comenzó el pasado mes. El Qingdao acaba de ascender a la primera división.

Los dieciséis equipos de la Super League se han dividido en dos grupos, en Suzhou y Dalian, y no se les permite salir de un hotel designado en cada ciudad, para evitar al máximo posible el contacto con el mundo exterior.

El único momento en el que jugadores y personal pueden salir de su 'burbuja' es para entrenar y jugar partidos.

Eso significa que Erica Hernández está viviendo en un ambiente totalmente masculino durante dos meses seguidos.

No echa de menos la compañía de otras mujeres y asegura que se siente cómoda conociendo al personal de los otros siete equipos que se alojan en el mismo hotel.

Sin embargo, reconoce que China se está quedando atrás en lo que se refiere al papel de las mujeres en el deporte y espera poder ver a más mujeres fisioterapeutas en la élite china próximamente.

"Este país necesita más tiempo para aceptar esta evolución. Llevará más tiempo para que veamos la realidad que ya se da en Europa", estima. "Pero seguro que llegará el momento", confía.