Para tener tu estufa limpia, sigue estos pasos y verás cómo queda reluciente en menos de una hora, dejando un brillo espectacular y eliminando hasta la grasa más difícil de manera sencilla. A veces, manchamos la estufa con lo que cocinamos o las ebulliciones hacen que se rieguen líquidos y restos, pero con estos pasos quedarás feliz con los resultados.
Materiales:
- Esponja o paño suave.
- Detergente líquido o vinagre blanco.
- Bicarbonato de sodio.
- Un atomizador con agua.
- Guantes (opcional).
Pasos:
- Retira los quemadores o rejillas: Si tu estufa tiene rejillas o quemadores desmontables, retíralos y sumérgelos en agua caliente con detergente mientras limpias la superficie.
- Elimina restos grandes: Usa una toalla de papel o un paño seco para quitar migajas o grasa sólida.
- Aplica una mezcla limpiadora: Mezcla bicarbonato de sodio con agua hasta formar una pasta. Extiéndela sobre las manchas difíciles de la superficie.
- Rocía vinagre: Usa el atomizador con vinagre blanco sobre la pasta de bicarbonato. Deja actuar durante 5-10 minutos para que afloje la grasa y la suciedad.
- Limpie la superficie: Con una esponja húmeda, frote la estufa suavemente. Si hay suciedad persistente, utilice un raspador de plástico para evitar rayones.
- Enjuaga y seca: Limpia con un paño húmedo para retirar residuos de la mezcla limpiadora y seca con otro paño limpio.
- Lava las rejillas o quemadores: Retíralos del agua con detergente, frota para eliminar grasa y enjuaga.
Extra:
Para obtener brillo adicional, pase un paño con vinagre o un limpiador especial para acero inoxidable.