Thomas Trapp vende motocicletas Harley-Davidson nuevas en Alemania, pero por las próximas dos semanas va a rodar 5.300 kilómetros (3.300 millas) costa a costa en Estados Unidos montado en una fabricada hace 102 años.
Trapp es uno de casi 100 motociclistas que se aprestan a montarse en máquinas centenarias como parte del Motorcycle Cannonball, una carrera bienal para dueños de motocicletas antiguas que arranca el sábado en Atlantic City.
"No existe nada como esta carrera", dijo Trapp, de Frankfurt, Alemania, quien rodará la trayectoria hasta Carlsbad, California, junto con su hijo, Eric, que estará en una Harley de 1916. "Es una experiencia especial. Viene gente de todas partes del mundo. Somos como hermanos y hermanas, todo el mundo se ayuda".
Esta será la cuarta Motorcycle Cannonball desde el 2010. La primera carrera requirió motocicletas anteriores al 2015, en el 2012 el límite fue 1929 y en el 2014 fue para las anteriores a 1936.
Las motos de un siglo o más no son difíciles de hallar, pero muy caras, sin importar su condición, dice Keith Kizer, líder del Club de Motocicletas Antiguas de Estados Unidos. Pueden costar hasta 250.000, dijo, y este año habrá en la carrera al menos dos máquinas restauradas perfectamente.
Aunque durante el año esas motocicletas son básicamente piezas de museo, por las próximas dos semanas cada uno de los 100 equipos va a atravesar el país con un piloto, asistentes, una camioneta y un remolque. El ganador recibe un trofeo, pero los participantes dicen que la camaradería entre los aficionados de las motocicletas antiguas es razón suficiente.
Bob Wooldridge y Bill Kurtz, de Marietta, Georgia, trabajaron durante un año para restaurar su Sears Dreadnought 1913.
"Toma mucho tiempo", dijo Wooldridge. "Tenemos que fabricar piezas nosotros mismos porque no las podemos encontrar en ninguna parte".
Los dos, que compartirán la conducción, remplazaron todo en la motocicleta, a excepción del motor, pues el original es requerido para participar en la carrera.
Muchos competidores compraron máquinas solamente para el Cannonball. Kevin Waters, de Norfolk, Inglaterra, compró una Sunbeam de 1915 hace dos años por 17.000 dólares tras competir en la carrera del 2014 desde Daytona Beach, Florida, hasta Tacoma, Washington, en una Sunbeam 1931.
"Son conocidas por su alta calidad", dijo. "Pero yo la desmantelé e hice una importante reconstrucción... la moto de 1915 es más difícil porque la tecnología cambió mucho en 16 años".