MOSCÚ ( AFP ). El humo acre de los incendios forestales comenzó este jueves a disiparse en la capital rusa, pero la canícula no daba signos de tregua con temperaturas de 27 grados Celsius por la mañana.
A las 07H00 locales (04H00 GMT) se respiraba más fácilmente en las calles de Moscú y el olor a quemado era menos fuerte que la víspera.
La visibilidad en las autopistas era suficiente, así como en los aeropuertos que funcionaban normalmente, indicó la agencia Interfax.
Un viento cálido desparramó el miércoles el humo acre de los incendios forestales del oeste de Rusia por toda la capital, hasta en el metro.
" En ciertas estaciones de los trenes subterráneos los conductores no lograban ver los últimos vagones de las formaciones ", señala el periódico Komsomolskaia Pravda.
En las calles varios transeúntes llevaban máscaras para protegerse, otros se cubrían la la boca y nariz con pañuelos húmedos.
El verano 2010 debería batir todos los récord de temperatura en Moscú desde que se comenzó a llevar un registro hace 130 años, indicaron los servicios meteorológicos. Un máximo histórico ya se alcanzó la semana pasada con 38,2 grados Celsius en la capital, pero podría ser superado en los próximos días, según la misma fuente.
El presidente Dimitri Medvedev, que decretó el estado de emergencia en siete regiones rusas, ordenó el miércoles tomar medidas para proteger las instalaciones estratégicas, principalmente nucleares, contra los violentos incendios forestales que devastaron miles de hectáreas en la parte occidental del país y que dejaron hasta ahora al menos 48 muertos.