ALBANY, Nueva York (AP). Andrew Cuomo, gobernador del estado de Nueva York, firmó un proyecto de ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, con lo que se espera que inicie una aglomeración de bodas gay a partir de 30 días.
El demócrata firmó la medida poco antes de la medianoche del viernes, cumpliendo la promesa de agregar su nombre en la legislación tan pronto como la recibiera en lugar de esperar los 10 días que usualmente toma el proceso de firma para convertir un proyecto en ley.
Los legisladores de Nueva York votaron el viernes por un margen estrecho para legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo, dando a los activistas por los derechos de los gays una victoria histórica en el estado donde nació su lucha.
Nueva York será el sexto estado en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y, por mucho, el más grande en hacerlo.
"Somos líderes y nos unimos a otros estados orgullosos que reconocen a nuestras familias; la batalla seguirá ahora en otros estados", dijo el senador demócrata Thomas Duane.
Defensores de los derechos de los gays esperan que el voto fortalezca su movimiento en Estados Unidos y le ayude a recuperar el impulso, luego que una iniciativa casi idéntica fue derrotada aquí en el 2009 y que medidas similares fracasaron en el 2010 en Nueva Jersey y este año tanto en Maryland como en Rhode Island.
Aunque Nueva York ha llegado relativamente tarde a la legalización de los matrimonios gays, se le considera un premio importante para los activistas, dado el tamaño del estado, la estatura internacional de la ciudad de Nueva York y el hecho de que haya sido cuna del movimiento por los derechos de los gays, que habría comenzado con los disturbios de Stonewall, un bar en el barrio de Greenwich Village, en 1969.
La iniciativa de Nueva York fue aprobada por 33-29 en el Senado estatal, controlado por los republicanos. La Asamblea, encabezada por los demócratas, aprobó una versión diferente la semana pasada y se espera que vote a favor de la nueva versión con exenciones religiosas más firmes.
Los efectos de la ley podrían sentirse mucho más allá de Nueva York. A diferencia de Massachusetts, que fue pionero en los matrimonios gays en el 2004, Nueva York no requiere que los contrayentes residan ahí para obtener una licencia. Ello significa que el estado podría atraer a parejas gays de todo el país que quieran tener una boda en el Parque Central o en cualquier otro sitio conocido de la ciudad y de sus alrededores.