KABUL, ( AFP ). El presidente estadounidense Barack Obama firmó en la noche del martes un acuerdo estratégico a largo plazo con su homólogo afgano Hamid Karzai, durante una visita sorpresa a Kabul, exactamente un año después de la eliminación de Osama Bin Laden.
El acuerdo firmado por Barack Obama y Hamid Karzai prevé la posibilidad de que soldados estadounidenses permanezcan en territorio afgano tras la retirada de las fuerzas combatientes en 2014, según la Casa Blanca.
Dicho acuerdo no contempla bases militares permanentes en Afganistán, pero compromete a este país a dar " acceso y a permitir a las fuerzas estadounidenses actuar hasta 2014 y más allá ".
También prevé la posibilidad de que las tropas de Estados Unidos permanezcan en Afganistán después de 2014 para entrenar las fuerzas afganas y combatir (a los elementos) de Al Qaida restantes, según un comunicado.
Según la misma fuente " Estados Unidos designará a Afganistán aliado mayor no miembro de la OTAN ", un estatuto acordado ya a países como Bahrein.
El presidente estadounidense había salido en secreto de Washington en la madrugada del martes y aterrizó en la base militar de Bagram, a 50 km de Kabul.
Luego se trasladó en helicóptero al palacio presidencial en la capital afgana, poco después de las 23H00 locales.
Una hora más tarde Obama y Karzai firmaron ese acuerdo que estará vigente durante los 10 años que seguirán a la retirada de las fuerzas combatientes estadounidenses, prevista ya a fines de 2014.
Obama debe pronunciar un discurso dirigido a sus compatriotas a las 23H30 GMT desde Afganistán, según fuentes oficiales.
La visita de Obama a Afganistán coincide con el primer aniversario de la eliminación de Osama Bin Laden, cuya presencia en ese país justificó la invasión de octubre de 2001, un mes después de los atentados del 11 de septiembre.
Kabul obtuvo satisfacción acerca de las dos condiciones que había planteado para firmar el acuerdo el traspaso a las autoridades afganas del control de la cárcel de Bagram y el cese de los ataques nocturnos de las fuerzas internacionales contra los insurgentes talibanes.
Se trata de la tercera visita de Obama a Afganistán desde que llegó al poder en enero de 2009.
Estados Unidos mantiene una fuerza de 87.000 soldados en Afganistán, el contingente más grande de la fuerza de la OTAN (ISAF) que posee un total de 130.000 militares.
Los estadounidenses encabezan la coalición militar internacional en Afganistán, adonde llegaron en 2001 para derrocar al régimen talibán.
En diciembre de 2009, el presidente Barack Obama ordenó el despliegue de 33.000 soldados adicionales en un intento por cambiar el rumbo de la guerra contra los insurgentes talibanes y, en junio de este año, se comprometió a traer a los refuerzos de vuelta a casa a finales de septiembre de 2012.
La retirada completa de las tropas americanas está prevista para diciembre de 2014.
Estados Unidos debe retirar 23.000 hombres de Afganistán hacia fines de verano (boreal). Barack Obama ha reiterado que no hay planes de cambiar de manera sustancial esta estrategia, pero muchos prevén recortes de efectivos suplementarios en 2013.
En pleno año electoral, Obama se muestra orgulloso de haber puesto fin a la intervención de Estados Unidos en Irak y espera poder sacar a los soldados de Afganistán. Según una encuesta realizada por la cadena ABC, el 60% de los estadounidenses cree que la guerra no merece la pena.
Pero también sabe Obama que las repercusiones de una retirada precipitada podrían tener consecuencias nefastas que tendría que enfrentar durante un eventual segundo mandato.
La coalición intervino en octubre de 2001, un mes después de los atentados del 11 de septiembre, derrocando rápidamente a los talibanes, que habían acogido al jefe de Al Qaida, Osama Bin Laden. Este último fue eliminado el 2 de mayo de 2011 en Pakistán en un ataque de las fuerzas especiales estadounidenses.