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Asad no abandonará el poder; coche bomba estalló en Damasco

DAMASCO ( AFP ) El presidente sirio, Bashar al Asad, insistió en su negativa a dejar el poder antes del fin de su mandato en 2014, mientras que sobre el terreno un coche bomba estalló el sábado en la capital, Damasco, dejando al menos tres muertos.

En una entrevista concedida a la agencia estatal de noticias argentina Télam y al diario Clarín, el presidente sirio, quien desde hace dos años hace frente a una rebelión armada, se mostró de nuevo inflexible y dio a entender que sería candidato en 2014 a su propia sucesión.

"Renunciar sería huir", declaró Asad quien consideró que "quién debe irse y quién debe permanecer lo determinará el pueblo sirio en las elecciones presidenciales de 2014".

Asad también mostró su escepticismo ante la conferencia impulsada por Rusia y Estados Unidos para encontrar una solución al conflicto y acusó a Occidente y a la oposición de querer hacer fracasar cualquier iniciativa de diálogo para poner fin a más de dos años de un conflicto que dejó más de 94.000 muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El presidente sirio agregó que "no creemos que muchos países occidentales quieran efectivamente una solución en Siria. Y no creemos que muchas de las fuerzas que apoyan a los terroristas quieran una solución de la crisis".

Sin embargo, Asad dijo haber "acogido bien el acercamiento ruso-estadounidense", aunque no se pronunció sobre la participación de representantes de su gobierno en el diálogo previsto con la oposición durante esta conferencia internacional. Por su parte, la oposición decidirá el 23 de mayo si acude o no al encuentro.

Esta conferencia debe basarse en la declaración de Ginebra firmada por las grandes potencias en junio de 2012 y que prevé el final de la violencia y un gobierno de transición, aunque no hace referencia a la suerte de Asad, principal punto de discordia entre rusos y estadounidenses.

Moscú, gran aliado de Damasco y a quien proporciona armas, aboga por su mantenimiento hasta la celebración de elecciones, mientras que Washington reclamó en varias ocasiones su marcha, algo que la oposición considera una condición imprescindible para cualquier iniciativa de paz.

Por su lado, Alemania y Argelia expresaron el sábado su total apoyo a la organización de una conferencia internacional para encontrar una solución política en Siria, durante la visita a Argel del ministro de Relaciones Exteriores alemán, Guido Westerwelle.

"Apoyamos totalmente la iniciativa de una conferencia internacional por iniciativa de Estados Unidos y Rusia para encontrar una solución política en Siria", declaró Westerwelle.

En tanto, un atentado sacudió el barrio de Rouknedin, en el norte de Damasco, dejando tres muertos, según la televisión estatal siria que denunció un ataque "terrorista", término que el régimen utiliza para referirse a los rebeldes.

Por su lado, el OSDH informó de ocho muertos, entre ellos cuatro civiles y cuatro soldados del régimen, y 10 heridos en la explosión de una bomba dirigida contra vehículos de las fuerzas armadas.

Imágenes de televisión mostraron un autobús dañado ante un edificio de viviendas y a personal de los equipos de rescate trasladando cuerpos carbonizados.

Damasco fue blanco de una serie de atentados en los últimos meses, uno de los cuales, a finales de abril, estaba dirigido al primer ministro sirio, Wael Al Halaqi, que salió indemne.

Por otro lado, una fuente gubernamental informó a la AFP de que el padre del viceministro de Relaciones Exteriores, Fayçal Moqdad, fue secuestrado el sábado por los rebeldes en su pueblo de la provincia de Deraa (sur).

"El padre de Faysal Moqdad fue secuestrado hoy por hombres armados en su casa en el pueblo de Ghossom", indicó la fuente bajo condición de anonimato.

El OSDH precisó que "había negociaciones en curso" para obtener la liberación del octogenario y padre de una de las principales "voces" del régimen sirio.

En el centro del país, los rebeldes sirios, en su mayoría sunitas, se hicieron con el control de cuatro pueblos alauitas, la minoría a la que pertenece Bashar al Asad, tras la retirada del ejército después de varias semanas de combates, indicó el OSDH.

Esta ONG indicó que "los habitantes abandonaron estas localidades desde que empezaron los combates".

En la entrevista concedida a Télam y Clarín, Asad habló sobre diversos temas y negó que su gobierno hubiera utilizado armas químicas contra la población civil.

"Su uso significaría la muerte de miles o decenas de miles de personas en cuestión de minutos. ¿Quién podría ocultar semejante cosa?", se preguntó, según la agencia.

Sin embargo, Asad reconoció que "miles de sirios murieron" en el conflicto que estalló en marzo de 2011 como una revuelta pacífica contra el régimen antes de convertirse en una guerra civil.

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