Alrededor de 400 militares y policías federales mexicanos resguardaban este miércoles la comunidad rural de La Ruana (oeste) donde dos grupos armados se enfrentaron la víspera causando 11 muertos, incluido el hijo de un líder autodefensa.
La balacera, por la que no hay detenidos, reactivó la violencia en Michoacán. En este conflictivo estado surgieron a inicios de 2013 los llamados grupos de autodefensa, las milicias de vecinos de comunidades rurales que enfrentaron al narcotráfico.
La tarde del martes partidarios de dos antiguos jefes de distintos grupos de autodefensa, enemigos declarados, se confrontaron a tiros en La Ruana (10.000 habitantes) con un saldo de 11 muertos, incluido un hijo de Hipólito Mora, uno de los fundadores de las autodefensas.
En La Ruana no han habido más hechos de violencia este miércoles pero permanece en tensión. En declaraciones a la AFP Mora cargó contra el comisionado especial del gobierno para Michoacán, Alfredo Castillo, a quien acusa de no protegerles frente a las amenazas recibidas por parte de Luis Antonio Torres, alias "Simón El Americano", jefe del otro grupo involucrado en la balacera.
Pedimos que la fiscalía general "realice la investigación porque no confiamos en la gente de la Procuraduría (fiscalía) de Michoacán y mucho menos en Alfredo Castillo, que no estoy para verlo ni en pintura", dijo este productor limonero.
Mora, conocido por vestir usualmente con sombrero ranchero, espera que le entreguen en las próximas horas el cadáver de su hijo mayor Manuel, fallecido en la refriega.
El comisionado Castillo señaló que aún no hay detenidos por el tiroteo porque siguen las investigaciones. Castillo explicó que se ha comprobado que los 11 fallecidos llegaron a utilizar armas de fuego y aclaró que ha solicitado a Mora y a Torres que entreguen las suyas para saber si se usaron en alguna de las muertes.
Castillo niega que el enfrentamiento fuera producto de una disputa territorial entre esos grupos armados y asegura que responde a "rencillas" de los dos jefes que vienen de años atrás.
En medio de conflictos entre los jefes de autodefensas y de señalamientos de infiltración del narcotráfico en estos grupos, Mora aceptó a inicios de año adscribirse a las fuerzas rurales, el cuerpo policial con el que el gobierno quiso institucionalizar a estas milicias.
De su lado, Torres colaboraba con las autoridades en la búsqueda de integrantes del cártel Los Caballeros Templarios como miembro de un grupo especial llamado G250, que fue disuelto el pasado lunes.
En la zona de la balacera, alrededor del rancho que sirve de base de operaciones para Mora, son visibles los impactos de bala en vehículos con distinciones de la fuerza rural y de un "Grupo Especial", así como en fachadas de viviendas.