Varias decenas de personas con velas y carteles de protesta se congregaron cerca del callejón donde agentes de la policía de Denver mataron el lunes a disparos a una niña de 16 años, recordando su brillante sonrisa y exigiendo respuestas sobre el fatal suceso.
La policía disparó a la adolescente la mañana del lunes después de que ésta, según las autoridades, golpeara a un agente con un automóvil robado. Las autoridades no revelaron el nombre de la muchacha, pero amigos la identificaron como Jessica Hernández.
Cynthia Valdez, de 19 años, una amiga cercana y compañera de escuela de la adolescente muerta, dijo la noche del lunes: "Estamos enojados por esto. Es otra vida tomada por otro policía".
El jefe de policía, Robert White, dijo que un agente recibió una llamada para que revisara un vehículo sospechoso. White agregó que un colega llegó al lugar y cuando policías se aproximaban al coche, la conductora golpeó a uno de ellos con el vehículo. Los agentes entonces dispararon.