Un tribunal brasileño abrió hoy una investigación al magistrado Flávio Roberto de Souza, encargado del juicio contra el magnate Eike Batista, por el uso de los automóviles de lujo que le fueron decomisados al empresario, que es acusado de delitos bursátiles.
La investigación fue abierta por el departamento de asuntos internos del Tribunal Federal de Río de Janeiro, en el que tramita la causa contra Batista, según informaron portavoces de la corte.
De Souza fue fotografiado hoy por medios locales conduciendo el Porsche Cayenne incautado a Batista en su llegada al tribunal, en el centro de Río de Janeiro.
En declaraciones a periodistas, De Souza dijo que el Porsche "nunca fue usado" desde que fue confiscado hace tres semanas hasta hoy.
Aseguró que llevó el auto al estacionamiento del tribunal para que quede expuesto a los interesados en comprarlo en una subasta en la que se venderán numerosos objetos de valor de Batista, con la que se pretende recaudar fondos para indemnizar a los inversores supuestamente perjudicados por el empresario.
El portal de noticias G1 divulgó un escrito firmado por el juez, enviado al departamento de tráfico y fechado el pasado día 11, en el que se comunica que dos automóviles de Batista, el Porsche y un Toyota Hilux, se quedarían a disposición del tribunal.
La primera subasta de los bienes de Batista estaba prevista para el próximo jueves, pero fue aplazada hoy por el tribunal, por entender que los automóviles "no son bienes perecederos y no corren riesgo de deterioro inminente", según un comunicado.
El aplazamiento indefinido de las subastas garantizará el derecho "a la amplia defensa" de Batista, que no ha tenido tiempo de presentar una apelación, según afirmó el magistrado Messod Azulay, que suspendió la subasta.
El juez De Souza ordenó la incautación de un yate de lujo, tres motos acuáticas, una lancha, cinco automóviles, un piano, relojes, celulares y otros bienes de Batista.
El magnate es acusado de beneficiarse de información privilegiada y de difundir datos falsos en la bolsa de Sao Paulo sobre la viabilidad de la petrolera OGX, fundada en 2007 y quebrada en 2013.
La petrolera formaba parte de un conglomerado de empresas de infraestructura y energía fundado por Batista y con el que el empresario se convirtió en el hombre más rico de Brasil y en uno de los más adinerados del mundo, con una fortuna que en 2013 llegó a ascender a 30.000 millones de dólares.
La quiebra de OGX causó pérdidas de 580 millones de dólares a los accionistas minoritarios, según la Fiscalía, y también arruinó gran parte del patrimonio de Batista.
El juicio a Batista comenzó el pasado noviembre, con la celebración de una primera audiencia, pero todavía no hay fecha para las siguientes sesiones.
FUENTE: EFE