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Caballos de pura raza española se exhiben en la feria colombiana Agroexpo

Dos caballos de pura raza española, montados con maestría por el rejoneador colombiano Juan Rafael Restrepo, se exhiben en la feria Agroexpo, que hasta el próximo lunes muestra en Bogotá lo mejor del campo latinoamericano.

Sonriente y vestido a la usanza campera, con sombrero cordobés y montando a "Noviembre", un caballo de ocho años, Restrepo y su rutina de "carrusel", en la que el animal da pequeños saltos armónicos, se convirtieron hoy en el centro de atención de decenas de asistentes de la vigésima edición de la feria.

"La gente empieza a murmurar y el caballo solito se roba el show", explica a Efe Restrepo, quien además de concentrarse en montar a "Noviembre", un semental de color negro que ya contabiliza más de 70 herederos, no para de sonreír para las cámaras de los aficionados y de prestar el lomo del animal para niños ansiosos de dar una cabalgata improvisada.

"El tema de los equinos es una belleza y le gusta a todo el mundo, a grandes y chiquitos", afirma el rejoneador, que posee un criadero en el municipio de Gachancipá, a unos 30 kilómetros de Bogotá, en donde tiene 60 equinos.

Nacido en la ciudad de Chatanooga (Tennessee, Estados Unidos), pero criado y educado en Colombia, este odontólogo de profesión destaca la "belleza" de la pura raza española, así como su "carácter y temperamento".

"Esta raza es muy buena, muy benévola y sirve para todo. Es un animal supremamente bello, muy redondo de forma (...) Con poca doma y poca experiencia del jinete se pueden montar fácilmente", afirma.

Pueden ser usados para el toreo, salto, doma clásica y adiestramiento. En este último se centró con los seis ejemplares que presentó en el espacio ferial, que reúne a más de 5.000 animales, de los cuales unos 1.000 son equinos.

Esta raza tiene "una gran elevación y se les facilita mucho el mal llamado bailar, piafé y paisaje, que son aires naturales del caballo", sostiene.

El adiestramiento de esta especie empieza a los tres años y la consolidación del aprendizaje ocurre a partir de los 12, cuando llegan a la madurez.

"Entre los 12 y 17 años van a estar en su plenitud. Un caballo de cinco o seis años es un muchachito adolescente que se inquieta con muchas cosas, que se pregunta muchas otras. Entre los 12 y 17 años es como un hombre de 40 para arriba que ya sabe lo que quiere", indica.

A diario se hace una sesión de entrenamiento de 30 ó 40 minutos con estos animales que cuestan alrededor de 150 millones de pesos (unos 55.000 dólares).

Son ejemplares que por lo general viven 20 años, edad en la que se retiran de exhibiciones y son idóneos para cabalgatas y paseos, afirma Restrepo, cuyo talento como rejoneador lo ha llevado a países como Ecuador, España, Venezuela y México, entre otros.

Entre los seis animales que trajo a la feria destaca la hembra del grupo, "Farolera", la única yegua albina de Colombia y que llama la atención por el azul celeste de sus ojos.

"Es un animal precioso", detalla Restrepo, quien ha presentado a sus equinos por todo el país y en Costa Rica, Panamá, Venezuela, Ecuador, México y España.

Las exhibiciones de los equinos lusitanos e ibéricos se suman a las que los pasillos y pabellones de Agroexpo han presenciado en los últimos días, que incluyen a caballos árabes, percherones y minicaballos, entre otros.