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Algunas "ciudades santuario" en EEUU temen demandas

El término "ciudad santuario" se ha vuelto un grito de guerra para los republicanos conservadores que buscan que las leyes de inmigración de Estados Unidos sean más severas. Etiquetan a esas ciudades y condados como refugios para quienes residen ilegalmente en el país, protegidos de las autoridades de inmigración.

La realidad detrás de estas ciudades es variada. Aunque algunas de esas autoridades locales buscan activamente esquivar las políticas federales de inmigración, otras se niegan a hacerlas cumplir no por alguna obligación moral hacia los inmigrantes sino porque simplemente tienen miedo a ser demandadas.

El debate sobre cómo debe lidiar el gobierno federal con las autoridades locales que no cooperan con las autoridades de inmigración alcanzó un punto febril desde el 1 de julio, cuando Kathryn Steinle fue asesinada a disparos en un muelle de San Francisco, aparentemente por un inmigrante que fue liberado de la cárcel a pesar de que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) buscaba deportarlo por sexta vez.

El jueves, los republicanos de la Cámara de Representantes aprobaron un proyecto de ley que busca castigar a aquellas ciudades que se niegan a compartir información con las autoridades federales de inmigración, una iniciativa que la Casa Blanca amenazó con vetar. Aunque el proyecto de ley no aborda específicamente el tema de la liberación de inmigrantes buscados por las autoridades federales para su deportación, los republicanos están promoviendo otra iniciativa de ley para hacerlo.

La votación se produjo después que el precandidato presidencial republicano Donald Trump atacó la inmigración ilegal en actos de campaña interna.

Mientras la ciudad de San Francisco, que es notablemente liberal, se ha declarado abiertamente como refugio para todos los inmigrantes independientemente de su situación jurídica, otras ciudades y condados que han dejado de detener inmigrantes para entregarlos al ICE son políticamente conservadores y no buscan proteger activamente a esos residentes de la deportación.

El verano pasado, la ciudad de Huntington Beach, California, que es predominantemente blanca y republicana, dejó de cumplir las solicitudes de detención provisional por razones puramente legales.

Un fallo de una corte federal en Oregon dijo que las llamadas órdenes de detención de inmigrantes —que piden a policías locales que detengan a inmigrantes sospechosos de vivir ilegalmente en Estados Unidos durante un máximo de 48 horas— no eran razón suficiente para mantener encarcelado a alguien.

"No tenemos ninguna política ni nada que prohíba a nuestros agentes interactuar con el ICE. Simplemente seguimos la ley", dijo el jefe de policía Robert Handy. Añadió que sus policías no suelen preguntarle a los residentes sobre su estatus migratorio porque eso no tiene relación con sus casos, no porque estén protegiendo a alguien. "Si ellos nos traen una orden, los detendremos en nuestra cárcel. Si nos piden ayudar para una orden de cateo en una casa donde hay drogas, vamos a ayudarlos", agregó.

San Francisco se declaró una ciudad santuario hace más de dos décadas y sigue mostrándose como un refugio para los inmigrantes. En 1989, el gobierno de la ciudad aprobó una ordenanza que prohíbe a los policías cumplir las leyes de inmigración o preguntarle a alguien su estatus migratorio, a menos que lo exija la ley o una orden judicial.

En 2009, San Francisco comenzó a emitir tarjetas de identificación municipales que pueden utilizarse para obtener una credencial de acceso a las bibliotecas públicas e inscribirse en programas de parques.

Hoy en día, San Francisco es una de más de 200 jurisdicciones que han dejado de cumplir plenamente las órdenes de detención.

Esas localidades abarcan un amplio espectro, desde gestos de bienvenida a los inmigrantes o una falta absoluta de asistencia. Una gran diferencia es el razonamiento que hay detrás de las políticas locales hacia las órdenes de detención. Lugares como el condado de Cook, Illinois, y el condado de Santa Clara, California, tratan de cultivar la confianza de las comunidades inmigrantes hacia la policía local. Otros, como los condados de San Bernardino y Riverside, en California, citan el miedo de ser demandados.

"Utilizar el término 'ciudad santuario' implica una decisión política que la ciudad tomó sobre cómo comportarse con la comunidad migrante, pero la mayoría de las políticas hacia las órdenes de detención fueron adoptadas en atención a preocupaciones legales", dijo Jennie Pasquarella, una abogada que trabaja en la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) del Sur de California.

Mark Krikorian, director ejecutivo del Center for Immigration Cities (Centro para las Ciudades de Inmigración, una organización en contra de la inmigración ilegal), admite la diferenciación, pero dice que el efecto neto es similar, ya sea que una ciudad desee cooperar con el ICE o no.

"Algunos pueden cooperar aquí pero no allí. Algunos pueden cooperar en determinados asuntos, pero no en otros, pero me parece que cualquier jurisdicción que no coopere plenamente con las autoridades federales de inmigración califica como ciudad santuario", dijo.

El año pasado, una serie de ciudades que siempre habían trabajado en colaboración estrecha con el ICE dejaron de cumplir las órdenes de detención en respuesta a la sentencia federal en Oregon.

En respuesta, las autoridades de inmigración dijeron que iban a empezar a pedirle simplemente a la policía que les notifiquen cuando está a punto de ser liberada una persona que se sospecha que inmigró ilegalmente, no necesariamente que los mantengan detenidos. Creen que el nuevo enfoque, combinado con una mayor atención en los delincuentes graves, dará lugar a una mejor colaboración de la policía local.

En el densamente poblado sur de California, los agentes de inmigración han tendido a trabajar más estrechamente con los departamentos de policía que manejan las cárceles del condado, donde terminan los delincuentes con acusaciones más graves. Las cárceles más pequeñas, como la que hay en Huntington Beach, por lo general sirven como centros de detención a corto plazo en caso de arrestos por delitos menores.

En la cárcel del condado de Orange, los policías acostumbran preguntar a los inmigrantes sobre su estatus legal, en el marco de una estrecha colaboración con los agentes de inmigración. Alertan a las autoridades federales cuando están a punto de dejar en libertad a alguien que han etiquetado para su posible deportación, pero debido a las preocupaciones legales prefieren no retener personas con base en las órdenes de detención , dijo Steve Kea, un ayudante de la policía a cargo de las operaciones de custodia.

"No somos una 'jurisdicción santuario' por cualquier definición existente", dijo el subjefe de policía del condado de Orange John Scott.

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La periodista de The Associated Press Janie Har en San Francisco contribuyó para este despacho

FUENTE: AP