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El permiso para interrogar a Assange topa con embrollo sobre derecho de asilo

Las discusiones entre Suecia y Ecuador por el permiso que Estocolmo pide para interrogar a Julian Assange, acusado de violación y de agresión sexual, está bloqueado por un embrollo jurídico sobre el derecho de asilo otorgado al fundador de Wikileaks, informó este lunes la fiscalía.

Quito condiciona la audiencia a la firma de un acuerdo bilateral sobre cómo se desarrollará la cooperación judicial en el caso de Assange.

"Ecuador quiere que Suecia reconozca el estatuto de refugiado político de Assange. Esta exigencia es absurda. Suecia no tiene ninguna posibilidad de reconocer el estatuto de refugiado otorgado por otro país, desde el punto de vista del derecho internacional", explicó a la AFP Cecilia Riddselius representante del ministerio de Justicia.

La fiscalía sueca quiere interrogar al australiano de 44 años en la embajada de Ecuador en Londres, en donde se encuentra refugiado desde hace tres años, sobre un presunto caso de violación y otro de agresión sexual que remontan al verano boreal de 2010.

Assange, refugiado en la embajada desde 2012, niega las acusaciones y afirma que hay una maquinación política detrás. El informático teme que si es entregado a Suecia corre el riesgo de ser extraditado a Estados Unidos por la publicación en 2010 por Wikileaks de 500.000 documentos clasificados sobre Irak y Afganistán, además de 250.000 comunicaciones diplomáticas.

Para Suecia el tiempo se agota ya que si no presentan formalmente las acusaciones, lo cual no es posible sin haber interrogado antes a Assange, los delitos de agresión sexual que pesan en su contra prescribirán, algunos el 13 de agosto y otros el 18.

En tanto, en los casos de violación, el plazo de prescripción es de diez años. En este caso en 2020.

Pese a las acusaciones en su contra, Assange no está imputado formalmente de ningún delito.

Para Riddselius, la exigencia ecuatoriana "no tiene nada que ver con la demanda sueca, que es tener una audiencia".

"Que haya o no un interrogatorio no cambia para nada el hecho de que Assange tenga o no asilo en Ecuador", explicó la funcionaria.

Para probar su buena voluntad, Estocolmo propuso a Quito firmar una convención de cooperación jurídica.

"Esperamos una respuesta", concluyó Riddselius.

Para Estocolmo, núcleo del problema se debe a que Quito no ha ratificado los convenios internacionales de cooperación judicial y exige un acuerdo bilateral, que constitucionalmente tendría que ser aprobado por el parlamento, para lo que se necesitaría más tiempo.

El 16 y 17 de junio, los representantes de la fiscalía viajaron a Londres con el objetivo de interrogar a Assange, señaló la justicia sueca.

FUENTE: AFP