Rebeldes sirios acordaron ceder el último bastión que les quedaba en los suburbios orientales de Damasco, dijo la prensa estatal el domingo, horas después de que un presunto ataque con gas mató al menos a 40 personas.
Paramédicos y una organización de ayuda dijeron que encontraron a familias asfixiadas, con espuma en la boca, en sus casas y albergues en el sitiado pueblo de Douma.
No identificaron la substancia usada, pero la organización de socorro Defensa Civil Siria y la Sociedad Médica Sirio Estadounidense dijeron que sobrevivientes tratados en clínicas olían a cloro.
Los reportes, que comenzaron a circular el sábado por la noche, no fueron verificados independientemente y el gobierno negó las acusaciones de que usó un arma química en su ataque al pueblo.
La agencia noticiosa estatal SANA dijo que el opositor Ejército del Islam aceptó salir de Douma el domingo, tres días después del inicio de fuertes cañoneos y bombardeos por las fuerzas del gobierno.
SANA dijo que se enviaron autobuses al pueblo para recoger a prisioneros dejados en libertad por los rebeldes y transportar a combatientes rebeldes a áreas en poder de la oposición en el norte del país.
No se pudo contactar de inmediato al Ejército del Islam para que comentase.
El ataque en Douma fue parte de la reanudación de hostilidades de las fuerzas del gobierno sirio, después de que se rompiera una tregua. El reporte no pudo verificarse de manera independiente.
La Defensa Civil y la Sociedad Médica Sirio-Estadounidense indicaron en un comunicado conjunto que más de 500 personas, en su mayoría mujeres y niños, fueron trasladados a centros médicos luego de presentar dificultad para respirar, espuma en la boca y ardor en los ojos. El comunicado señala que los pacientes registraron un olor similar al cloro. Algunos de ellos tenían un tono de piel azulado, señal de falta de oxígeno.
Los síntomas son consistentes con exposición química. Una paciente sufrió convulsiones, y tenía pupilas dilatadas, lo que insinúa una exposición a una neurotoxina.
El Observatorio Sirio Por los Derechos Humanos indicó que al menos 80 personas murieron el sábado en Douma, incluyendo alrededor de 40 que fallecieron por asfixia. Pero el organismo indicó que la sofocación fue como resultado del colapso de refugios en los que había personas.
“Hasta el momento, nadie ha podido averiguar el tipo de toxina que se utilizó”, dijo Mahmoud en un comunicado por video desde Douma.
Señaló que el gobierno también atacó casas, clínicas e instalaciones de emergencia con explosivos convencionales. La mayoría de los servicios médicos y ambulancias de la localidad quedaron fuera de servicio.
Videos publicados por los Cascos Blancos aparentemente mostraban a las víctimas, incluyendo a bebés en pañales, que respiraban por medio de mascarillas de oxígeno en hospitales improvisados.
A través de un comunicado publicado en la agencia noticiosa estatal SANA, el gobierno sirio rechazó rotundamente las acusaciones. Indicó que se trata de “fabricaciones” por parte del grupo rebelde Ejército del Islam, en un “intento fallido” por obstaculizar los avances del gobierno.
“El ejército, que avanza rápidamente y con determinación, no necesita usar ningún tipo de sustancias químicas”, destacó el comunicado.
Las fuerzas del gobierno sirio reanudaron el viernes su ofensiva contra el bastión rebelde de Douma, luego de que una tregua de 10 días colapsara por desacuerdos sobre la evacuación de combatientes de oposición. La violencia volvió días después de que cientos de combatientes de oposición, en compañía de sus familiares, salieron de Douma rumbo a zonas bajo control rebelde en el norte de Siria. Douma es el último bastión rebelde en Ghouta oriental.
El supuesto ataque con gases en Douma se presenta casi exactamente un año después de que se registrara un ataque químico en la localidad de Khan Sheikhoun, en el norte de Siria, en el que murieron docenas de personas. El incidente provocó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara un ataque con varias decenas de misiles Tomahawk contra una base siria. Trump dijo que el ataque tenía el objetivo de disuadir a Siria de volver a utilizar armas ilegales.
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert, dijo que Washington sigue de cerca los “inquietantes reportes” del supuesto ataque con armas químicas en Douma.
“De confirmarse estos reportes, son horrendos y exigen una respuesta inmediata de la comunidad internacional”, dijo en un comunicado la noche del sábado.
Siria y su aliado, Rusia, rechazaron cualquier participación en el supuesto ataque químico.