Un grupo de estudiantes de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), en Managua, clamaron este martes por "libertad" y "justicia" para las víctimas de las manifestaciones contra el Gobierno de Daniel Ortega que comenzaron en abril de 2018 y que han dejado cientos de muertos y de heridos, y decenas de miles en el exilio.
Los estudiantes se apostaron dentro del campus de la UCA, cerca de una de las entradas principales, y desplegaron una enorme bandera de Nicaragua, símbolo de las protestas contra el Gobierno de Ortega, mientras un fuerte dispositivo policial resguardaba desde afuera y tomaba fotografías a los universitarios.
"Ortega, escucha, seguimos en la lucha", lanzaron los estudiantes, que celebraron un plantón en ocasión del vencimiento del plazo establecido por el Gobierno de Nicaragua para la liberación de los que la oposición considera "presos políticos".
Para este 18 de junio estaba previsto que el Gobierno liberara a un mínimo de 86 "presos políticos" que todavía se encuentran en las cárceles de Nicaragua, según su contraparte en las negociaciones, la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, pero el Ejecutivo anunció este martes que no restaban manifestantes en los calabozos.
Durante la manifestación de este martes en la UCA, los estudiantes también gritaron consignas en contra del Gobierno y de la Policía Nacional, a cuyos agentes tildaban de "asesinos".
"Viva Nicaragua libre", "Vivan los estudiantes", "Ni un paso atrás", "Casa por cárcel, no es libertad", Democracia sí, dictadura no", "Eran estudiantes, no eran delincuentes", "Pueblo, únete", "¿Cuál es la ruta?, que se vaya el hijo de puta", "No es un presidente, es un delincuente", gritaron entre otras consignas los manifestantes.
También demandaron justicia por el "asesinato" del nicaragüense-estadounidense Eddy Montes, un prisionero opositor al Gobierno que falleció hace un mes al recibir un disparo de un guardia en una cárcel.
"Eddy Montes no murió, el Gobierno lo mató", señalaron los estudiantes, que pedían a los que pasaban por el lugar a no ser indiferentes ante las muertes que han dejado las protestas contra el Gobierno.
La Policía desplegó cientos de agentes antidisturbios en los alrededores de la UCA, sin que de momento se registren incidentes.
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, anunció ayer que no permitirán que "esos pedazos de odio", en alusión a los opositores, impongan su modelo y alteren "el buen corazón de los nicaragüenses".
"No vamos a permitir, ninguno de nosotros, que esos pedazos de odio que todavía andan por allí, que preocupan a algunos porque no es propio de nicaragüenses, son patrones y modelos ajenos que nos quieren imponer, patrones y modelos ajenos que unos cuantos, todavía confundidos, pretenden extender", señaló Murillo, esposa del presidente Ortega.
Desde abril de 2018 Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 326 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 594 y el Gobierno reconoce 200.
Según el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), adscrito a la CIDH, el mayor responsable de la violencia es el Gobierno de Ortega.
FUENTE: EFE