Las autoridades británicas repatriaron al 10% de los turistas británicos afectados por la quiebra de Thomas Cook, cuyos directivos están en el punto de mira por haberse asignado importantes sueldos pese a las malas cifras del grupo.
La Autoridad Británica de Aviación Civil (CAA) anunció el martes en un comunicado que había evacuado a 14.700 personas a Reino Unido, en el primer día de una operación de repatriación de un alcance inédito desde la Segunda Guerra Mundial.
Los turistas, repartidos por todo el mundo, regresaron en cerca de 64 vuelos. La CAA precisó que logró repatriar al 95% de los turistas que había previsto traer de regreso a su país el lunes.
En total, 150.000 turistas británicos estaban viajando con Thomas Cook cuando el grupo se declaró en quiebra el lunes. En total, el operador tenía en ese momento unos 600.000 clientes de varias nacionalidades.
Para el martes, la CAA prevé repatriar a 16.500 turistas en 74 días. La operación durará, en principio, en torno a dos semanas.
El país continuaba sacudido por la caída brutal del pionero de los viajes organizados, que se declaró en quiebra al no haber podido conseguir los fondos necesarios para su supervivencia, dejando en el limbo a sus 22.000 empleados.
El martes, las miradas estaban puestas en los directivos del grupo, que según la prensa británica se repartieron 20 millones de libras en salarios y bonos desde 2014, pese a que el grupo acumulaba resultados mediocres y se hundía en bolsa.
Los tabloides británicos no dudaron en acusar a los jefes del turoperador de haberse llenado los bolsillos y el Daily Express les reclamaba que devuelvan las sumas percibidas, algo que también exigió la oposición laborista.
El primer ministro británico, Boris Johnson, de viaje en Nueva York por la Asamblea general de Naciones Unidas, también cuestionó el comportamiento de los directivos.
"Me pregunto si es justo que los directivos, o quien sea, el consejo de administración, se asignen sumas importantes cuando las empresas pueden zozobrar así", declaró, según los medios británicos.
FUENTE: AFP