Al menos 23 civiles y agentes de seguridad murieron en diferentes ataques en Afganistán , según dijeron las autoridades el jueves, a pesar de que los negociadores del gobierno estaban en Qatar para reanudar las conversaciones con el Talibán para buscar el fin a décadas de conflicto.
En la provincia sureña de Uruzgan, seis agentes de seguridad murieron cuando un atacante suicida detonó un vehículo lleno de explosivos el jueves por la mañana cerca de una base militar, según un miembro del consejo provincial que no estaba autorizado a hablar con los medios.
Mohammad Karim Karimi, subdirector del consejo provincial en Uruzgan, confirmó el ataque a la base en Tirin Kot, la capital de la provincia, aunque no pudo dar una cifra exacta de víctimas. La explosión fue tan fuerte como para sentirse en toda la ciudad, indicó.
En la provincia sureña de Helmand, al menos cinco civiles murieron y otros cinco resultaron heridos en un supuesto ataque aéreo el miércoles por la noche a las afueras de Lashkar Gah, la capital de la provincia, según Attaullah Afghan, responsable del consejo provincial. Entre las víctimas había mujeres y niños, indicó.
Abdul Nabi Elham, gobernador de la provincia, dijo que las autoridades investigaban si se había tratado de un ataque aéreo.
Nadie reclamó el ataque en un primer momento.
En la provincia norteña de Kunduz, combatientes talibanes asaltaron un punto de control militar y mataron al menos a 12 militares, según un funcionario provincial que no estaba autorizado a hablar con los medios.
Unos 10 agentes de seguridad estaban desaparecidos y podrían haber sido capturados por el Talibán durante el ataque, señaló. El funcionario dijo que se habían enviado refuerzos a la zona, a las afueras de la capital provincial, Kunduz.
Dos vehículos militares quedaron destruidos y los insurgentes se llevaron armas y munición del puesto de control, añadió.
Inamuddin Rahmani, vocero del jefe de policía provincial en Kunduz, confirmó el ataque talibán.
Zabihullah Mujahid, portavoz del Talibán, reivindicó el ataque y dijo que los insurgentes habían matado a unos 15 agentes y detenido a otros 11. Siete murieron en el control militar, señaló, mientras que otros ocho pertenecían a unidades de refuerzo enviadas a la zona.
Un equipo negociador afgano está en Doha, la capital de Qatar, para reanudar las conversaciones dirigidas a encontrar el final a décadas de conflicto, a pesar de que la violencia se ha disparado en todo el país. Las intermitentes conversaciones se produjeron entre crecientes dudas por el acuerdo de paz entre el Talibán y Estados Unidos firmado por el presidente saliente Donald Trump.