El concurso musical Eurovisión, cancelado en 2020, vuelve esta semana en Róterdam bajo el eslogan "¡Abramos!" y, a pesar de las limitaciones sanitarias por el covid-19, otorga a un público restringido una bocanada de aire fresco.
La primera semifinal se desarrolla el martes por la noche en la sala "Ahoy! Rotterdam", frente a un número limitado de amantes de los efectos pirotécnicos, luces, extravagancia de vestimentas y canciones populares.
Edificios y monumentos de la ciudad, como el icónico puente Erasmo, fueron decorados con títulos galardonados de ediciones anteriores como "Waterloo" o "Lalala".
En la entrada de la estación central, los aficionados posan ante una reproducción del emblemático trofeo del concurso.
Desde el inicio de la epidemia viral el año pasado, Holanda, con una población de algo más de 17 millones de habitantes, registró más de 1,5 millones de casos de covid-19 y 17.000 muertes.
A medida que la campaña de vacunación comienza a dar sus frutos, "también llegó el momento de divertirse", explica Dave Geensen, jefe de proyecto del concurso 2021.
Sin embargo, los organizadores tuvieron que "reinventarse, mostrar resiliencia y una planificación de contingencia" para garantizar una buena celebración del concurso a pesar de la pandemia, añade a la AFP.
- Una voz cristalina -
Las restricciones solo permitieron a algunos llegar a la ciudad portuaria para el concurso. Es el caso de un francoportugues, que se identifica como Dalessio, y que istribuye en la calle prendedores con la efigie de Barbara Pravi, la representante francesa.
"Es una cantante carismática, tiene mucho talento, es de una naturaleza extraordinaria y magnífica, su voz es cristalina y tiene todo para ganar", comenta entusiasmado.
Acostumbrado al concurso, lamenta la ausencia de las actividades tradicionales en las que le gusta participar, pero muestra admiración por los esfuerzos de los organizadores. Las condiciones sanitarias obligaron al evento, seguido cada año por varios millones de espectadores, a reinventarse después de su cancelación en 2020.
Unos 3.500 espectadores, que tuvieron que realizar una prueba de detección de coronavirus previamente, podrán asistir a las semifinales del martes y el jueves, a la final del sábado y a los seis ensayos generales.
Esto representa 20% de la capacidad de la sala de espectáculos.
Por su parte, los candidatos son encerrados en una "burbuja especial" y sometidos a pruebas de detección de covid-19 diariamente. Cuatro equipos se vieron privados de la ceremonia de apertura tras casos de covid-19 detectados en las delegaciones islandesa y polaca.
Hacer renacer Eurovisión después de la primera anulación de su historia es un acto simbólico para Róterdam, totalmente reconstruida después de haber sido bombardeada por los alemanes en 1940, dice a la AFP Reinier Weerts, coordinador municipal del evento.
"Hay un espíritu típico (...), vinculado con la resiliencia de sus habitantes", detalla.