La vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, retornó al país el miércoles 20 de noviembre de 2024, luego de haber sido suspendida por el Ministerio de Trabajo por un período de 150 días. La suspensión se debió a lo que el gobierno calificó como un "abandono injustificado" de sus funciones, tras permanecer en Turquía desde septiembre por razones de seguridad debido a la escalada del conflicto en Oriente Medio.
Abad, quien denunció una "persecución" en su contra, calificó la medida como una sentencia "ilegal e ilegítima". En su regreso, expresó que la suspensión fue un acto de "rebeldía" del gobierno y afirmó haber sido "prohibida" de hablar durante su estancia en Turquía, alegando que estuvo "casi encadenada" y confinada a un hotel en Ankara. La sanción fue impuesta tras acusaciones de "falta grave" por abandonar su puesto como embajadora de Ecuador en Israel sin justificación, lo que según el Ejecutivo afectó sus responsabilidades en el cargo.
Regresa a Ecuador vicepresidenta tras suspensión
La relación de Abad con el presidente Daniel Noboa ha sido tensa desde que asumió el cargo en noviembre de 2023, y en su regreso, la vicepresidenta interina, Sariha Moya, fue nombrada para reemplazarla. La suspensión impuesta también impide que Abad pueda asumir la presidencia en caso de que Noboa se lance en campaña por la reelección en los comicios de febrero de 2025.
El Congreso de Ecuador, de mayoría opositora, ha desconocido la sanción, considerándola "inconstitucional". Abad adelantó que el próximo 27 de noviembre se llevará a cabo la audiencia de la acción de protección presentada por su defensa, con la esperanza de revertir la sanción. En paralelo, mencionó que la persecución en su contra también ha afectado a su hijo, quien fue detenido en marzo bajo la acusación de tráfico de influencias, aunque la Fiscalía no autorizó un juicio penal en su contra.
Este caso refleja una nueva confrontación política dentro del contexto de las tensas relaciones entre el Ejecutivo y la oposición en Ecuador.