La última de una serie de grandes tormentas invernales que ya lleva tres semanas azotaba California el lunes, aumentando el peligro al conducir en zonas montañosas y generando un alto riesgo de inundaciones cerca de ríos crecidos, pese a que el sol salió en algunas áreas.
“Si debe viajar, prepárese para condiciones de viaje peligrosas, retrasos considerables en el viaje y cierres de carreteras”, tuiteó el servicio meteorológico en Sacramento.
El Laboratorio de Nieve de la Sierra Central de la Universidad de California en Berkeley tuiteó el lunes por la mañana que había registrado 126 centímetros (49,6 pulgadas) de nieve nueva desde el viernes.
Se emitió una advertencia de avalancha de travesía para la Sierra central, incluida el área metropolitana de Tahoe.
Una serie de nueve tormentas fluviales atmosféricas ha arrojado lluvia y nieve en California desde fines de diciembre, cortando el suministro eléctrico a miles de habitantes, inundando caminos, derribando árboles, provocando flujos de escombros y deslizamientos de tierra. El sistema del lunes fue relativamente débil en comparación con los anteriores, pero los riesgos de inundaciones y aludes de tierra se mantuvieron porque el estado se encuentra empapado, dijeron los meteorólogos.
El sol salió en San Francisco, donde cayeron 51,5 centímetros (20,3 pulgadas) de lluvia en el aeropuerto de la ciudad desde el 1 de octubre, cuando California suele comenzar a registrar precipitaciones para el año. El promedio anual para el “año del agua” es de 49,8 centímetros (19,6 pulgadas), “así que hemos superado el total anual con 8 meses más para el final”, tuiteó la oficina del servicio meteorológico de San Francisco.
Hasta 5 centímetros (2 pulgadas) más de lluvia cayeron el domingo en el Valle de Sacramento, donde se advirtió a los residentes de Wilton y comunidades circundantes que se prepararan para evacuar la zona si el río Cosumnes crecía más.
FUENTE: Associated Press