Son los meses de brillo.
Golden Globes. SAG Awards. Las fiestas de Vanity Fair. Grammys. Acaba de terminar el abierto de Australia. Y la noche del domingo, el show de medio tiempo del Super Bowl en Miami.
Nos quedan un par de eventos más antes de irnos a carnavalear y entrar al colegio. Entre ellos, la entrega de premios de la Academia: los Oscar.
En todos estos eventos, ganadores y perdedores. El año entrante se da vuelta la tortilla.
Así sucede también con los looks.
La mayoría de los errores se reivindican en los Oscars. Looks etéreos de poco maquillaje y cabellos más casuales; trajes despampanantes; hombres en suits impecables apuestan al terciopelo y nuevos colores; jóvenes marcando tendencia; veteranos recordándonos que la ropa nada tiene que ver con el talento histriónico; y GLAM GLAM GLAM!
Un Bob de Niro y Meryl Streep icónicos. Charlize Theron equivocada en verde y negro. Billie Eilish peor aún. Ariana Grande y Saoirse Ronan dando impecable chic a su juventud. Timothée Chalamet y Capitán América dan cátedra de estilo. Nicole Kidman perfecta como siempre.
En el otro extremo, una par de chicas de 40 y 50 suben a dar un show de medio tiempo que resulta épico y nos recuerda que no es la edad: es lo que haces con ella. Shakira y J Lo la sacan fuera del estadio con la mejor arma: trabajo en equipo y cero ego. Veamos en la recta final quién se lleva los galardones máximos del séptimo arte. Tarantino, Phoenix, Parasite.... Todo brilla. Brilla lindo.