Aunque es menos común, los loros también pueden resfriarse. Si eres dueño de uno de estos coloridos y queridos animales y notas que tu mascota está desanimada, con los ojos apagados o muestra síntomas de malestar, es importante actuar rápidamente y llevarlo al veterinario. Un resfriado en un loro puede empeorar si no se trata adecuadamente.
Los síntomas más frecuentes de un resfriado en loros incluyen plumas hinchadas en posición encorvada, ojos llorosos o entrecerrados, heces muy sueltas, y falta de apetito. En estos casos, se recomienda mantener al ave aislada y alejada de las corrientes de aire. Proveerle calor mediante una lámpara infrarroja puede ayudar a su recuperación. Además, el veterinario podrá aplicar un antibiótico para acelerar el proceso de sanación.
Casos severos de resfriado en los loros
En casos severos, es posible que el loro abra y cierre el pico con frecuencia. En estos casos, se sugiere el uso de vitaminas y un poco de miel diluida en agua para complementar el tratamiento y fortalecer el sistema inmunológico del ave.
Para prevenir resfriados, se recomienda seguir algunas pautas esenciales:
- Colocar la jaula en un lugar libre de corrientes de aire y humedad.
- Mantener una higiene rigurosa en la jaula, así como en los comederos y bebederos.
- Brindar una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras y otros alimentos nutritivos.
Prevenir y detectar a tiempo los síntomas de un resfriado en los loros es fundamental para su bienestar, por lo que es importante estar atentos a cualquier signo de enfermedad y tomar medidas oportunas.