El Gobierno de Panamá condenó este domingo el atentado con un coche bomba que dejó el viernes dos muertos y 17 heridos en Viransehir, al sureste de Turquía.
La Cancillería panameña expresó "al Gobierno y al pueblo de Turquía sus más sentidas condolencias por las pérdidas humanas", un niño de 11 años y un guardia de seguridad.
El vehículo, según medios locales cargado con una tonelada de explosivos y trozos metálicos, fue detonado frente a un edificio en donde residen empleados judiciales, cerca de la frontera siria.
"Panamá como una nación respetuosa de los derechos humanos y de la paz internacional reitera su rechazo al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones", añadió la cartera de Exteriores panameña.
El gobernador provincial, Güngör Azim Tuna, atribuyó ayer el atentado a la guerrilla kurda, el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK).
El funcionario indicó que han sido detenidos 26 sospechosos y que el terrorista que explotó el carro tiene entre 18 y 20 años.
La detonación también destrozó la fachada de dos edificios, afectó a otra decena y calcinó decenas de coches aparcados delante.
Viransehir, en la provincia de Sanliurfa, se ubica a tan solo 20 kilómetros de la provincia vecina de Mardin, escenario habitual de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda.
FUENTE: EFE