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23 mil niños son víctimas de trabajo infantil en Panamá, según asesor de la OIT

José Roberto Morales, asesor de la Organización Internacional de Trabajo infantil para Panamá, destacó los esfuerzos del país en la lucha del trabajo infantil, y sostiene que desde el 2008 se ha registrado una reducción del 20% anual "hoy por hoy estamos hablando que 2.5% de los niños están en trabajo infantil, lo que significa que es una de las tasas más bajas de América Latina".

De acuerdo con Morales unos 23,855 niños se encuentran trabajando en Panamá, según cifras del 2016, y señaló que la reducción más importante ha tenido lugar en las zonas urbanas, mientras que las comarcas indígenas aún representan el mayor desafío para el país en tema de trabajo infantil que se espera que sea erradicado en su totalidad en el 2020.

Detalló que tres de las cuarto partes de la población de niños en trabajo infantil son varones, y que en las comarcas indígenas junto con las provincias de Panamá, Colón y Bocas del Toro, se concentran dos de las tres partes del porcentaje de menores trabajadores.

Además indicó que ese porcentaje mínimo de niños trabajando en Panamá se les conoce como "núcleo duro", y que para combatir este remanente de casos difíciles las políticas generales ya no funcionan, por lo cual se debe diseñar soluciones a la medida de cada menor.

Agregó que además de la pobreza, otros factores que inciden en el trabajo infantil son los temas familiares, maltrato entre otras situaciones que llevan a los menores a ser víctimas de explotación laboral.

De los menores víctimas de trabajo infantil un 40% realiza actividades vinculadas al sector agropecuario, seguido de las actividades comerciales como lava autos, ventas, y trabajos en almacenes y restaurante, por último en el sector servicio con labores relacionados al transporte de pasajeros.

El asesor de la OIT explicó la diferencia que hay entre el trabajo formativo, a través del cual los menores pueden aprender valores, habilidades y competencias para la vida, versus el trabajo infantil el cual compite con la escuela y afecta la salud física y mental de los niños.

"No es lo mismo enviar al niño para que resuelva por sus propios medios, a que se le acompañe todo el tiempo, es distinto cuando tiene el trabajo o las actividades como una manera de educar, a una manera de aportar recursos al hogar", señaló en el programa Radiografía de RPC Radio.

Morales detalló que los menores pueden participar de trabajos formativos a partir de los 14 años y que este debe ser en tareas que no sean peligrosas, en jornadas que excedan las seis horas de lunes a sábado y sin competir con la escuela. Para participar de este tipo de empleos los menores debe llenar un formulario en el Ministerio de Trabajo y además presentar una carta de la empresa donde laborarán.

FUENTE: Ricardo Richards