La gestión realizada para salvaguardar los derechos laborales de más de 20 tripulantes, entre ellos panameños, que estaban en buques pertenecientes al Registro de Buques de Panamá y de Mongolia, llegó a buen fin permitiéndoles retornar a sus hogares al lado de sus familias, con el pago de sus salarios adeudados.
El Buque de Registro de Mongolia estuvo fondeado en la Bahía de Santa Marta, República de Colombia desde el 25 de enero de 2021, fecha en la que fue recibida la queja laboral a través del Consulado General de Panamá en Barranquilla así como una nota de la Asociación Panameña de Oficiales de Marina (APOM).
Tras esto se “realizaron todas las gestiones necesarias a través de las vías diplomáticas y trabajando en conjunto con la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF)”, indicó la AMP, sin embargo la entidad destacó que la nave está regida por las leyes de su país de Registro, lo que limitaba la participación de Panamá en este proceso.
Como parte de la gestión, una nota fue girada al Embajador de la Misión Permanente de la República de Panamá, ante la Organización Marítima Internacional (OMI), Ing. Luis Bernal para solicitarle su apoyo con el homólogo de Mongolia, con la finalidad de pedir la repatriación lo más pronto posible así como el pago de los salarios adeudados, basado en el cumplimiento del Convenio sobre el trabajo marítimo, 2006, en su versión enmendada (MLC, 2006).
Respecto a las naves GP B1 y GPB2, con registro panameño, ubicadas en el puerto de Shajah-Creek, Emiratos Árabes Unidos (EAU), se le brindó asesoramiento al capitán y se realizaron reuniones con el club de la nave, con la FMA-Federal Maritime Authority, además se recibió la colaboración del Embajador de Panamá en EAU, Ricardo Laviery Chávez así como de la organización “The Mission to Seafarers” y de la ITF, con la finalidad de lograr la repatriación de sus marinos.
De ambas naves, en total fueron repatriados dieciocho (18) tripulantes nacionales de diversos países como Myanmar, Indonesia, Pakistán, India, Estado de Eritrea, además el armador les canceló sus salarios adeudados.