El Ministerio de Seguridad de Panamá, a través del Servicio Nacional de Migración, aclaró la noche de este lunes que la frontera con Costa Rica permanece abierta “para toda aquella persona que desee entrar o salir del territorio nacional”.
La tarde del domingo, la directora Migración, Samira Gozaine dijo que Panamá no admitirá a migrantes venezolanos que vengan de la frontera norte hacia la sur y no tengan la visa requerida.
“Todos los ciudadanos extranjeros que requieran ingresar a Panamá deberán cumplir con los requisitos previamente establecidos por la legislación migratoria vigente, incluyendo los ciudadanos venezolanos”, destaca un comunicado oficial.
Además, se reitera la aclaración que desde Panamá no se está coordinando operaciones masivas y/o gratuitas de repatriación.
La situación de miles de migrantes irregulares procedentes de Venezuela se agravó luego de que Estados Unidos anunciara nuevas políticas de control migratorio para venezolanos, éstas incluyen que quienes busquen entrar ilegalmente al país norteamericano a través de la frontera con México serán expulsados.
Panamá es un país de tránsito para cientos de miles de migrantes de Venezuela y otros países que buscan llegar a EE. UU.
Ante el anuncio hecho por el Gobierno de EE. UU. miles de venezolanos irregulares han quedado varados en Panamá, y otros países, y han solicitado que se gestionen vuelos humanitarios para retornar a Venezuela.
La Misión de Venezuela en Panamá está ayudando a coordinar vuelos, cuyos costos deben ser cubiertos por los propios migrantes, muchos de los cuales no cuentan con los B/.280.00 que cuesta el pasaje por persona.
Debido a esta realidad, la misión venezolana habilitó una galera en La Locería para albergar a cientos de venezolanos que están esperando conseguir el dinero a través de familiares o donantes.