Pekín, ( EFE ). Las autoridades chinas han comenzado a limitar el uso de iPhones y otros teléfonos inteligentes entre la población tibetana como estrategia para frenar las inmolaciones de independentistas en la región, ya que muchos de estos actos de protesta son grabados y publicados en internet con estos teléfonos.
Según informa hoy la agencia tibetana en el exilio Phayul.com, los portadores de "smartphones" en zonas habitadas por tibetanos, en el oeste de China, son interrogados, sus aparatos son analizados para investigar su agenda de contactos, y en ocasiones la campaña de las autoridades se salda con detenciones.
Es el caso del monje Tashi Norbu, de 19 años, quien fue detenido la semana pasada por poseer un iPhone, de acuerdo con Phayul, que firma sus informaciones desde Dharamsala (norte de India), refugio del Dalai Lama (máximo líder religioso tibetano) desde hace más de medio siglo.
La campaña contra estos aparatos coincide con la peor ola de inmolaciones que se ha vivido en el conflicto tibetano en los pasados dos años, ya que la semana pasada siete personas murieron en este tipo de actos de protesta en el transcurso de siete días y elevaron a más de 60 el número de actos similares desde 2010.
La policía china cree que en ellos participan habitualmente, además de la persona que se quema a lo bonzo, otros individuos que, avisados de antemano, graban la protesta para mandarla lo más rápido posible a web independentistas tibetanas en el exterior del país.
Por otra parte, la agencia Phayul informó también de la detención de otro monje, Jinpa Gyatso, de 38 años, conocido promotor del uso y la conservación de la lengua tibetana.
Jinpa fue detenido el pasado 25 de octubre por las autoridades cuando estaba en un hospital de Chengdu, señaló la información.
El religioso daba clases de tibetano y con anterioridad creó un diario dedicado a la defensa de la lengua de esa etnia, que más tarde fue prohibido por las autoridades chinas y motivó una detención anterior contra él, a finales del pasado marzo.
China considera el Tíbet parte del país desde hace siglos, por uniones dinásticas y conquistas en la época imperial, si bien para los tibetanos en el exilio el "Techo del Mundo" era virtualmente independiente hasta que fue ocupado por el Ejército comunista a principios de la década de los 50 del siglo pasado.