La estrella televisiva Courteney Cox lleva varias semanas sin faltar a su cita diaria con la bicicleta elíptica de su gimnasio de Los Ángeles, ya que esta actividad física le ha ayudado a recuperar el ánimo tras la grave lesión que sufrió recientemente mientas practicaba pilates y, sobre todo, porque su práctica responde a los sabios consejos de su buena amiga Jennifer Aniston.
"Hacía pilates tres veces a la semana hasta que me tropecé y me rompí la muñeca. Necesité dos operaciones para recuperarme y no pude hacer ejercicio durante tres meses. Pero Jennifer me dijo que una buena manera de no perder el ritmo consistía en entrenar con la bicicleta elíptica y, desde entonces, no he parado de utilizarla. Soy una adicta a los pedales", desveló la intérprete a la edición británica de la revista Marie Claire.
La protagonista de 'Friends' se mantiene en un estado físico envidiable a sus 49 años gracias a su afición a la comida sana y a los complementos vitamínicos, aunque también admite que de vez en cuando se da un capricho tomando alguna que otra copa con moderación.
"Me alimento muy bien y además siempre tomo una dosis extra de omega, y vitaminas B y D. El vino tinto y el vodka son algunos de mis peores vicios, pero en general creo que llevo un estilo de vida saludable", explicó.
Sus esfuerzos por mantenerse radiante han ejercido una gran influencia en su hija Coco (9 años) -fruto de su extinto matrimonio con el actor David Arquette-, ya que a pesar de su juventud, la pequeña muestra ya el mismo interés que su famosa madre por el cuidado de la piel y los tratamientos de belleza.
"El mejor consejo de belleza que le puedo transmitir a mi hija es que utilice siempre protección solar, hidrate bien su piel y se lave la cara correctamente. Le gustan tanto los tratamientos de belleza como a mí y le encanta disfrutar de un día en el spa o hacerse la manicura. Me resulta gracioso, porque ha cogido este hábito rápidamente, cuando a mí me costó 10 años interesarme por estas cosas", añadió la intérprete.