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Los tentáculos de Slim llegan al New York Times

MEXICO (AP). Con la compra de un importante paquete accionario del The New York Times, el magnate mexicano Carlos Slim no solo refuerza su emporio en el mundo de las telecomunicaciones, sino que gana una importante voz en uno de los medios más influyentes de Estados Unidos y el mundo.

"Con su participación en el New York Times, básicamente se está proyectando como una persona con enorme influencia en este país, al margen de cómo le vaya a su inversión", comentó Armand Peschard-Sverdrup, del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.

El diario anunció acuerdos con dos compañías de Slim, Banco Inbursa y la Inmobiliaria Carso, por 125 millones de dólares cada uno. La presidenta del Times Janet L. Robinson dijo que ese capital será usado para refinanciar deudas y le dará a la empresa mayor flexibilidad económica.

El Times había estado tratando de conservar efectivo en vista de la reducción en los ingresos en concepto de publicidad en estos tiempos de crisis. El Times, que vio mermar sus dividendos trimestrales un 74% en noviembre, necesita 225 millones de dólares para su nueva sede de 52 pisos en Manhattan. Piensa reunirlos vendiendo el edificio y alquilándolo posteriormente, o mediante préstamos. También puso a la venta su participación en el equipo de béisbol Red Sox de Boston.

En septiembre, Slim y otros miembros de su familia adquirieron el 6,4% de las acciones de la empresa. El Times dijo que las acciones por 128 millones de dólares adquiridas en esa ocasión valen hoy 58 millones.

El Times reportó que Slim compró notas de seis años en la compañía con garantías que son convertibles en acciones comunes. Las notas llevan una tasa de interés de 14%, pagaderas el 11% en efectivo y un 3% en bonos adicionales.

Esos términos son similares a los en que exigió Warren Buffett cuando invirtió miles de millones de dólares en Goldman Sachs y General Electric, con la promesa de dividendos anuales de 10%.

Slim no estará representado en la junta del Times, ni tendrá derechos especiales de voto. Pero cuando ejerza las garantías, tendría el 17% de las acciones comunes de la compañía, convirtiéndose en el accionista mayor, dijo el Times. La familia Ochs-Sulzberger es propietaria de cerca de 19% de la empresa y tiene derechos especiales de voto.

Slim es parte de una camada de multimillonarios de mercados emergentes, de México a Rusia, que están comprando todo lo que pueden ahora que la recesión ha recortado los precios de algunas de las empresas estadounidenses más conocidas.

Slim incrementó recientemente su participación en Saks Fifth Avenue y su empresa de corretaje Inbursa adquirió al menos 150 millones de dólares de las devaluadas acciones de Citigroup.

"Muchos magnates extranjeros están comprando barato. Estados Unidos tiene que habituarse a ello", dijo Peschard-Sverdrup. "Vamos a tener todos estos intereses extranjeros como dueños de empresas estadounidenses. Es uno de los fenómenos que aceleró la recesión.

Abundan las inversiones riesgosas, como la de otro magnate mexicano, Ricardo Salinas Pliego, quien aumentó su participación en Circuit City, hasta llegar al 28%, a pesar de que estaba quebrada. El mes pasado la empresa anunció su cierre definitivo.

Slim se hizo rico rescatando empresas en problemas. Aprendió a ganar dinero de su padre, un inmigrante libanés que compraba propiedades a precios bajos.

Slim se inició en la industria tabacalera y se puso en otra categoría cuando asumió el control del monopolio telefónico estatal Teléfonos de México (Telmex) en 1990. Telmex opera hoy más del 90% de los servicios telefónicos de línea fija y su firma América Móvil SAB es el proveedor de servicios de telefonía móvil más grande de Latinoamérica.

"Transformó una empresa estatal en una de las empresas más rentables del país", dijo el analista José Coballasi, de las oficinas de Standard & Poor de México.

Slim, con una fortuna calculada en 59.000 millones de dólares, es considerado el segundo hombre más rico del mundo. Es propietario de cientos de negocios en México, desde panaderías hasta tiendas de ropa, disquerías y farmacias. Su conglomerado del ramo industrial Grupo Carso goza de liquidez a pesar de la crisis económica, indicó Coballasi.

Sus detractores dicen que Slim, quien tiene 68 años, dirige monopolios despiadados, que eliminan ilegalmente a sus rivales, y le gusta apropiarse de empresas en forma hostil. Cuando incrementó su paquete accionario en Saks a fines del año pasado, la empresa modificó sus estatutos, aparentemente para impedir que Slim asumiese el control de la firma.

Slim dice que sabe aprovechar las oportunidades y que en estos momentos no hay mejor lugar que Estados Unidos para adquirir empresas a bajo costo.

"No creo que interfiera" con el manejo del New York Times, opinó George Grayson, experto en México del College of William & Mary de Virginia. "Quienes leemos el New York Times todos los días probablemente destapemos botellas de champagne, porque, a menos que consigan capital, estos diarios van a reducir sus servicios".

Times Co. dice que tiene 46 millones de dólares en efectivo y deudas por valor de 1,100 millones. En mayo vence un préstamo de 400 millones de dólares.

"El New York Times necesita dinero en los próximos meses y Slim lo tiene", señaló Shannon K. O'Neil, experto en Latinoamérica del Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York. "Por ello, podría ayudar a rescatar el diario prestándole dinero y dándole tiempo para que haga los cambios necesarios para que la empresa siga siendo rentable".

FUENTE: Agencia AP

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