El crecimiento económico de China subió un 4.8% respecto al año anterior en los primeros tres meses de 2022, una cifra que sigue siendo débil en momentos en que la propagación del coronavirus obliga a cierres de grandes ciudades industriales.
El crecimiento en el primer trimestre estuvo muy por debajo del objetivo trazado por el Partido Comunista del 5.5% para el año. Los pronosticadores han dicho que la meta será difícil de alcanzar sin mayor estímulo gubernamental al gasto.
Los gastos al por menor, la producción de manufactura y la inversión en las fábricas, bienes raíces y otros activos fijos subieron.
“La recuperación de la economía nacional fue sostenida y la operación de la economía fue estable en términos generales”, indicó un comunicado del gobierno.
Las autoridades han suspendido el acceso a Shanghái y a otras ciudades industriales para contener los brotes de coronavirus en apego a la estrategia “Cero-COVID” del partido gobernante cuyo propósito es aislar a todas las personas infectadas. Las automotrices y otros sectores de manufactura a nivel mundial han frenado o reducido sus operaciones debido a las afectaciones en las cadenas de suministro.
El partido gobernante ya prometía reembolsos fiscales a los comercios para revertir el bache que inició a mediados de 2021. La semana pasada, el premier Li Keqiang, el segundo funcionario de mayor rango, hizo un llamado para tomar acciones más rápidas para ayudar a los emprendedores que atraviesan problemas.
Las ventas minoristas subieron un modesto 3.3% respecto al año previo después de que la demanda del consumidor resultó perjudicada por un llamado del gobierno a la ciudadanía para que evitara los viajes durante el feriado del Año Nuevo Lunar de febrero pasado, una época en la que se intercambian regalos.
FUENTE: Associated Press