Tuvimos que esperar casi 15 años, para ver a Pinocho, la película animada del director de cine Guillermo del Toro y producida y distribuida por Netflix. Pero esta producción, no es igual a las demás; porque cuenta una historia distinta a las románticas que estamos acostumbrados a ver. Aquí, ahí tristeza (muchos momentos tristes) y oscuridad, pero también hay esperanza y felicidad.
Para Pinocho, se crearon todos los personajes y escenarios a mano. Incluyendo artículos y ambientes que se pueden ver en la película. Hubo protagonistas de todos los tamaños posibles, con enormes partes del cuerpo, y otros muy pero muy pequeños.
"Lo que me llamó la atención de inmediato, fue que no parecía a ninguna película animada que hayas visto antes". Así lo explica, Christoph Waltz, actor que le da la voz al personaje Conde Volpe, en un especial de Netflix para conocer cómo se realizó la producción.
Algunos materiales que se utilizaron para la confección de las marionetas fueron foam, silicona y resina. Y se tomaron en cuenta el peso de cada material en los cuerpos de los personajes y escenarios.
En el proceso de la realización de las marionetas, se buscó que cada parte del rostro, y en especial los ojos, expresaran las emociones y pensamientos de los protagonistas.
Para crear a Pinocho, se pensó en materiales resistentes, para que fuese duradera la marioneta. Además, fue impreso totalmente en 3D. Otros personajes, son mecánicos, y su piel de silicona, para facilitar sus movimientos mientras el animador los maneja.
Pinocho en definitiva, no es una película animada cualquiera. Es el nuevo cine. Un cine que se ve desde hace unos años. La historia del niño que no puede ocultar cuando miente, resurge nuevamente para llenarnos de muchas emociones que les gustará a toda la familia.
Recuerda que se encuentra disponible en la plataforma de streaming Netflix.