El actor Tom Cruise se ha pasado buena parte del último año, desde que empezaran a desaparecer las medidas más estrictas derivadas de la pandemia del coronavirus, sumergido no solo en el rodaje de una, sino de dos películas ligadas a la exitosa saga de acción 'Misión Imposible': una labor profesional de la que ha reconocido, por un lado, que ha supuesto una auténtica "pesadilla logística" debido a los protocolos sanitarios establecidos para evitar contagios.
"He producido entre 30 y 40 películas, por lo que soy directamente responsable de miles, o mejor dicho, de decenas de miles de puestos de trabajo. Todos mis amigos del sector, gente que trabaja en distribución o en equipos técnicos, me decían: '¿Pero qué vamos a hacer ahora? ¡Puedo perder mi casa!'. Así que hablé con el estudio y le dije a la industria: 'Estamos de vuelta. Vamos a conseguir que todo el mundo regrese al trabajo. Vamos a empezar a rodar este verano y vamos a asegurarnos de que lo hacemos con seguridad'", ha explicado el artista en conversación con la revista Empire.
Eso sí, el regreso de las producciones ha implicado, para todos los involucrados en la franquicia, ritmos frenéticos de trabajo los siete días de la semana: todo ello combinado con los sentimientos encontrados que generaba operar en medio de una crisis sanitaria sin precedentes y con las correspondientes pruebas PCR, el uso de mascarillas, la distancia social, los 'grupos burbuja' y demás medidas preventivas que se habían diseñado al milímetro para garantizar la seguridad. "Todos estábamos distribuidos en grupos de cinco, preparados para confinarnos en cualquier momento si uno de nosotros contraía el virus", ha apuntado.
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