El avión en el que la selección de fútbol de Alemania regresaba tras jugar en Islandia tuvo que aterrizar de manera inesperada en Edimburgo por un "problema en el generador eléctrico", señaló la compañía aérea que gestionó el vuelo este jueves.
"Conforme al protocolo de seguridad de Boeing y de la compañía, el equipo decidió ir al aeropuerto más cercano", señaló un portavoz de KlasJet a la agencia deportiva alemana SID (filial de la AFP), "para asegurar que los pasajeros no se expusieran a un riesgo más elevado".
Según una primera investigación preliminar interna, esta decisión fue considerada "justificada y conforme a la reglamentación". El aterrizaje se llevó a cabo sin ningún contratiempo.
"No hubo nada espectacular", señaló el copresidente interino de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) Rainer Koch.
"No escuchamos hablar de un problema técnico. Podíamos haber tenido miedo, pero solo nos dijeron justo antes del aterrizaje que íbamos a hacer una escala para una operación de mantenimiento. A mí me sorprendió ver de pronto las casas tan cerca", añadió.
Medios alemanes indicaron que todavía no está del todo claro qué causó el problema eléctrico en el vuelo número KLJ2703 que cambió de dirección de manera abrupta entre las ciudades de Dundee y Arbroath para luego descender al aeropuerto de la ciudad escocesa. La aeronave de la empresa Klasjet, un Boeing 737-522, realizó ocho viajes exitosos la semana pasada según el sitio web de seguimiento Flightradar24. Es importante resaltar que su aterrizaje estaba previsto en Salzburgo.
Alemania jugó y ganó 4-0 el miércoles a Islandia en un partido de clasificación para el Mundial de Qatar 2022.
Según la federación un avión despegó de Alemania este jueves con destino a Edimburgo para repatriar a la delegación.
El capitán de la selección alemana Manuel Neuer, Serge Gnabry y Joshua Kimmich, los tres del Bayern Múnich, no estaban en el aparato porque habían previsto tomar un avión directo a Múnich este jueves.